domingo en el país de las maravillas

ayer pasé todo el día en mi casa.
sólo bajé a comprar cigarrillos y empanadas a las diez de la noche. y creo que porque se me acabaron los cigarrillos, porque tenía tanta fiaca que estaba dispuesta a seguir comiendo pan negro con queso blanco con tal de no moverme.
ordené un poco, dormí mucho, me metí en la bañadera, me pinté las uñas de rojo, leí un rato y miré unas películas horribles en la tele.

también estuve mucho tiempo con mis gatos, que ahora son buenos amigos, se lavan uno al otro, duermen juntos y se acuestan los dos sobre mí, ema como si fuera chiquita, ocupando mi falda, valentín en mi panza y yo, apenas respirando, sonriendo y haciéndoles mimos a cada uno con una mano.

y después de bajar, ya con una coca, las empanadas, los cigarrillos y el cenicero en la cama, miré alicia en el país de las maravillas.

todo el día en bata rosa y pantuflas. para mí es tan extraño hacer eso, no soporto estar tanto tiempo encerrada, me pongo nerviosa y de mal humor.

no sé cómo, pero en un momento de mi vida me volví movediza.

y no sé como, pero ayer tuve muchas ganas de estar quieta.