miércoles, noviembre 29, 2006

viernes

Gog y Magog Ediciones presenta:

Un catálogo de todo lo que hay, de María Paz Levinson

El estero, de Martín Armada

Decimal, de Osvaldo Méndez

Musicaliza Alan Courtis

Viernes 1º de Diciembre - 20 hs.
Espacio Callejón
Humahuaca 3759

jueves, noviembre 23, 2006

constitución - villa del parque

antes de mudarnos nos invitaron a cenar a un restaurant que había olvidado. ese día yo llevé un vino pensando que no íbamos a salir. paso todas las tardes desde hace unas semanas, lo reconocí rápidamente. también, de manera intuitiva, supe dónde tenía que bajar del colectivo, como una memoria corporal sobre los mapas. 84 y 53. el 84 dejó de ser el colectivo que no pasa los domingos, ahora para del otro lado de independencia, en la puerta de la dietética, y es el que me lleva y me trae. hago el mismo camino de siempre pero por la vereda de enfrente. acá comimos pizza la primera noche en el barrio, febrero, cuarenta grados de sensación térmica, mesa en la ventana, acá está la peluquería de hombres, la cerrajería, la ferretería grande y siempre abierta, el videoclub. sensación térmica creo que se llama ahora el restaurant que cambia de nombre en cada temporada, hace unos meses era un lugar de tapas y flamenco, hoy buscan camareras y tiene perfiles de chicas en bolas en las ventanas. ceno con solchu y fer, hace calor, tomamos cerveza y hablamos de la posible mudanza. febrero. cuatro años. me levanto, voy por la vereda del sol, subo al 84.

miércoles, noviembre 15, 2006

el horizonte no es el río

y ahora sí, la lluvia.

el reflejo de los techos plateados de los galpones.
la avenida, amplia, abierta, los autos rojos y los techos amarillos de los taxis.
las carretillas verdes y azules en la vereda de "todo obra".

la fiesta de los colores sobre el gris.

la primer tormenta que veo desde este ventanal.

domingo, noviembre 12, 2006

méxico me mata

¡feliz cumple, amiga!
apenas te vas y ya te extraño.

que tengas un lindo día.

te quiero mucho mucho.

martes, noviembre 07, 2006

se te apagó la tele

estoy en un locutorio del barrio.

un chino canta en chino.

mi monitor está fuera de foco y mi cabeza a punto de estallar.

esta mañana descubrí que ayer estaba totalmente borracha.
por más esfuerzos que hago no recuerdo los veinte minutos previos a irme a dormir. abro los ojos y confirmo: la campera y la cartera están ahí, al lado de la cama.

por algo se empieza.

domingo, noviembre 05, 2006

daft punk

ah, te vi entre las luces!!!!

jueves, noviembre 02, 2006

23 de octubre

está la ciudad, todo el tiempo. diría que charly es buenos aires. que el sonido de esta ciudad es charly. quiero decir, hay dos cosas, primero no bombardeen buenos aires. y ahora palermo bagdad y escuchar las sirenas y el planeta estallando. hay fuego, hubo fuego. dos pisos arriba de mi casa, cuando un enchufe hizo cortocircuito – y mi idea de "tiene un trip(le) en el bocho..." como algo que con una pequeña chispa se enciende-.
la esquina de santa fé y coronel díaz. un pozo enfrente y un shopping que crece hasta por las noches. los obreros trabajan sin parar. hay ruidos. te veo bajar del ascensor, veo tus zapatos negros y amarillos, es mi cumpleaños y no sabés pero me saludás con un beso y es un regalo. después, mucho después, en una terraza en ese palermo desvastado, es verano y entre cervezas escuchamos rehén por primera vez. el calor y el fin del mundo van juntos. estoy convencida, todo tiene que terminar en verano. por eso estábamos en esa terraza como si fuéramos realmente jóvenes y hermosos y el mundo fuera nuestro, si es que algo quedaba.
un techo cae cuando se van los bomberos, la pintura se abre, se llevan las cosas como un río. zoca salió en toalla, estaba sola. yo no sé nada de mí en ese tiempo. mi viejo me fue a buscar y me contó. agua y fuego. a dónde me fue a buscar, a nadie le importa y a mí menos, total el sol entra por la ventana y bailamos una coreografía de raros peinados nuevos a todo volumen en el living.
"a veces escucho mis discos desde el ascensor".

a veces sonaba el piano en la oscuridad, a la noche, tarde.

todo es como un sueño, estamos llegando a un recital y tiran piedras, nos escondemos en un rincón de un bar al que la gente trata de entrar por la ventana. el dueño cierra todo, tengo miedo y apenas puedo ver desde tan abajo. nos volvemos, no se puede seguir ahí. pasa la limousine y se escucha un grito "hola vecinos".

nunca pude dormir.

y el piano ahí en lo alto.

es el verano de la navidad en el roxy. esta navidad es blanca, vinimos en una trafic que transporta harina y somos como nubes que cantan anhedonia bajo un charly plateado sobre plateado. pienso en la mudanza, hace tiempo, te dejé un teclado horrible escondido como un tesoro en un placard. y sé que lo encontraste.
"lo toco cuando quiero que la gente se vaya, tiene un sonido insoportable".
el casete no funciona porque perdió la esponjita, se escucha como si estuviera lejos, en otro mundo, como si las voces se fueran debilitando con el paso del tiempo. pero ahora estamos acá, cantando esto y lo demás no existe. y cuando termine vamos a salir y caminar por los bosques mientras sale el sol. vamos a caminar por esta ciudad y las canciones van a estar en todas las calles. siempre.
y qué puedo decir de charly, pienso mientras voy con rock and roll yo en los auriculares y las bocinas de afuera y las ametralladoras de adentro todo sonando a la vez, como una gran orquesta. cómo hablar de él. cómo hablar de esto que hace que todo sea música, las sirenas, las bombas, todo lo que se suma y se abre para volver a empezar, que hace que diga que para aburrirme prefiero sufrir, prenderme fuego, cantar a los gritos anhedonia y esperar a que todo estalle una vez más.

jueves, octubre 19, 2006

desorden

apenas vuelvo por segundos, mi cabeza sigue dando vueltas por otros lugares. una semana en santiago, ¿y ahora? ¿cómo se hace para estar acá otra vez, sentada frente a este monitor que refleja el cuadrado luminoso de la ausencia de aire acondicionado? ya nos estamos mudando. a mi alrededor hay cosas y más cosas. las de siempre y las que no se ven, las que estaban perdidas debajo o atrás de las otras. cambiar de lugar hace que aparezcan cosas que no sabíamos que estaban ahí. hace poco desarmamos una computadora vieja y encontramos un aro rojo con forma de mariposa. no sé cómo llegó hasta adentro. estoy acá pero quiero estar cruzando el mapocho, escuchar una lectura, tomar una cerveza en una mesa en la vereda, ir caminando algo borracha por baquedano para llegar a esa casa. pero no, hay una escalera y cables que cuelgan del techo, los tres escritorios en el medio de la oficina, papeles y papeles, un hombre en un rincón desenchufa algo, internet va y vuelve, no hay telefóno. no hay banda. sólo una voz que llega de lejos antes de que todo se termine.

una rosa es una rosa es una rosa

una rosa es china. una china es rosa. rosa es china. rosa es una china amarilla.



mi rosa china es amarilla

para ir

www.gogymagog.com

viernes, octubre 06, 2006

y todo lo demás también

hay gente que tiene suerte. alguien tomó casualmente las dos entradas para ziggy que dejé en mi escritorio la semana pasada. eso es una cosa, pero ir por la calle y encontrar las otras seis entradas que ayer se me cayeron de un bolsillo, o los anteojos que me dejé en el taxi, eso es suerte, seguro. a vos te digo, no te arrugues. y disfrutá de maceo parker, y ponete los anteojos así lo ves mejor. para seguir con las pérdidas, soñe que iba a tatuarme peces en un brazo y me amputaban una mano, un avión se estrellaba contra el piso y terminaba tomando birra con unos chinos en un autoservicio. todo con la derecha y el otro brazo con los peces y sin la mano y eso. pensando en la mano izquierda llegué al piano. mi primer profesor, una muestra horrible que hicimos, julieta y yo tocábamos lo mismo, yo dura como una piedra y ella balancéandose al compás de la música. traté de imitarla en mi casa. las dos dejamos de ir poco después. años más tarde me la encontré en spinning, me enteré de que andaba diciendo por ahí que a mí me gustaban las chicas. no, la verdad que no, qué pena. por ahí hubiera sido mejor. ayer mi gato abrió la canilla de la bañadera. me asusté bastante con el ruido del agua, pero qué inteligente. además, me olvidé el celular en lo de nati, las calzas rayadas en la oficina y el cuaderno sobre el televisor. también me olvidé de cómo terminaba esto. creo que así.

yo creo y con eso basta

tómese unas vacaciones o haga algo que le guste. si puede escaparse para divertirse, debería hacerlo, dice mi horóscopo de mañana.
10.15 sale el avión.
chau

viernes, septiembre 29, 2006

chinatown

la casa era enorme y china, con escaleras y alfombras. después de comer subimos a un cuarto. “va a venir un chico a tirarnos el i ching”, me dijeron. se sentó enfrente mío y puso agua y tinta china en una bandeja de plata con figuras talladas. la tinta se movía. con un pincel empezó a dibujar mi cara en una hoja.
“seguí trabajando con la computadora”
hizo otro dibujo.
“lo de las drogas está dentro de la legalidad, no te preocupes.”
me dibujó por tercera vez, en un rincón de la hoja.
“estás enamorada”
empecé a llorar. bajé corriendo las escaleras hasta llegar al guardarropas.
en la cola, guadalupe s. y elizabeth calaio.
guadalupe se dio vuelta y me dijo “puse mi percha en el uno, ¿viste? es porque pasó justo un mes”. la gente caminaba por los pasillos, entre los jarrones y unas lámparas de cristal.
“yo no sé”, le contesté.

cuando nos dieron las cosas nos fuimos en el auto de meli, que era reversible, tomi y yo adelante y ella manejando desde atrás.

jueves, septiembre 28, 2006

como dormir y estar despierto

hace días que me siento demasiado contenta y no quiero dudar de si tengo razones. a la vez pienso, qué importa, digo, a quién le importa todo esto, para qué escribo. qué fiaca, al final no sé por qué tanta pregunta si igual no dejo de hacerlo y vuelvo a decir otra vez que estoy contenta y hay sol. es que la primavera me pone especialmente sensible y alegre al mismo tiempo. medio pelotuda, puede ser, pero es un buen estado, de los mejores. por otro lado, los jueves son días raros en los que un poco me fastidio y después se me pasa. hoy particularmente es un día de sol, después de una mañana gris y una noche con cena de despedida de la casa de la shama, brindis y motivos varios. me desperté muchísimas veces durante la noche. soñé que estaba sentada en una mesa de un bar con un chico, nos besábamos bajo una frazada. no me pude volver a dormir. cuando ya hubo luz, me levanté y prendí la tele: mostraban una plaga de langostas enormes y un incendio imposible de parar.

martes, septiembre 26, 2006

hoy estoy como un jet perdido entre las nubes sin señales para ver a dónde voy

más días de sol. las flores se van inclinando hacia acá. mucho para hacer esta semana. no sé si es real o sólo una conexión con las cosas otra vez. leer, escribir, trabajar. los últimos meses en palermo antes de la mudanza. cómo van a ser los días nuevos del trayecto monserrat-paternal. aunque no debería quejarme, no imagino nada muy bueno con tanto tiempo sobre un colectivo. al mismo tiempo, y aun con la certeza de la distancia que se aproxima, no puedo más que tener la sensación de que algo bueno y que probablemente no tiene nada qué ver con lo anterior está por pasar.

jueves, septiembre 21, 2006

pfffffffffffff -lo querés, lo tenés-

encima de que quiero huir de esta oficina, subo un post sobre la primavera y los recuerdos y el sol, spinetta y un veintiuno de septiembre en un muelle mirando atardecer, las olimpíadas en ciudad y todo eso y se cuelga esta cosa. así que chau. gracias por las flores, todo muy lindo. feliz cumple a mi papá. me fastidié, me voy a sesión con todo mi mal humor, mi mochila llena de cosas y la angustia que me da angustiarme por no poder hacer lo que se me da la gana.
y en la radio pasan loco mía. cualquiera.

ya llegó la primavera

alguien dejó flores en la oficina, las puso en agua, al lado de la compu, antes de que llegáramos. nadie sabe quién fue.después, almorzando con papá, me regalaron una rosa, y al volver acá, fresias y una iguana de colores. hay sol. creo que todos queremos irnos y hacer un picnic. estoy segura, no puedo ser la única con este día.
otros veintiuno. el mito de que siempre llueve, pero yo recuerdo uno en que nos encontramos en cabildo y juramento y fuimos a algún lado, no sé bien a dónde. sólo que atardecía y estábamos en un muelle y desde ahí veíamos el cielo con su capa gris, del lado del centro. me gustaría que estuviéramos ahí, pero ahora. o en las olimpíadas, caminando el campo de deportes de ciudad de una punta a la otra, rojos por el sol de todo el día, con el pelo sucio de la tierra que vuela. los últimos me cuesta más, uno en un bar en corrientes, los cumples de papá, alguna cena en una casa. el primero, en el kdt, juntando margaritas a los cinco años mientras tocaba celeste carballo. miro las flores, siento el sol en la espalda y quiero suspender todo ya, dejar la mochila en casa y salir a juntar margaritas, ver el atardecer desde el río, tomar un café en corrientes, o ir corriendo a ver a spinetta.

miércoles, septiembre 20, 2006

cuatro brazos, cuatro piernas

por la mañana pateo con fuerza algo que sobresale de una persiana metálica de un local de entre ríos. me duele tanto que me dan escalofríos. después se pasa y me olvido.
a la noche, saco una asadera del horno y me quemo el brazo. sigo cantando por la casa aunque algo duele. me voy a dormir, miro mi pie derecho, una cicatriz roja lo cruza en diagonal, miro mi brazo, el mismo dibujo se repite.
si algo quiere decir aún no sé qué. hablo con martín y le digo: por ahí estoy tan contenta que me golpeo. las sábanas limpias, la cama bien tendida y ahora, con algo de dolor en el brazo, es mediodía y escucho a spinetta cantar tres agujas, pienso en salir a leer a un bar, en ir a la pileta a la tarde y en que todavía me quedan otro brazo y otra pierna para golpear si hiciera falta.

todo siempre se podrá elegir

de pronto es como si las cosas se hubieran puesto de acuerdo. las cosas tienen movimiento. hace calor, camino sola, me río y canto. llego a la trastienda. me siento en una mesa. él está de buen humor, hace chistes.
felicidad. creo que voy a salir volando en cualquier momento.

cuidado, laura va.

domingo, septiembre 17, 2006

ahora

había una fiesta y estaba lleno de gente. en las escaleras, en los balcones. hasta que todo se empezó a mover. las cosas se iban cayendo. le grité a mi hermano que no se apoye en la baranda. bajamos corriendo y fuimos hasta un árbol mientras todo se caía. pensé en ir hacia el otro lado, pero era una isla y sólo había agua. nos agarramos al árbol con fuerza mientras la casa entera se derrumbaba detrás nuestro.

abrí los ojos y el sol no había salido, me di vuelta y me dormí otra vez.
más tarde, el cielo celeste, ni una nube, nada de sombra, sólo la sensación, una vez más, de que el mundo se puede derrumbar en cualquier momento.

miércoles, septiembre 13, 2006

postales

mediodía. caminás a comprar el almuerzo. ves salir a tu ex novio de la puerta de su casa. justo al lado, pintan el toldo de un negocio nuevo. muchos colores y el nombre en letra de imprenta “te deseo alegría”



sábado. -no creer en nada después de las 3 am- madrugada.
“no te conozco pero te amo”.


domingo, tarde. tres chicas arrojadas en reposeras. llega una cuarta y se dispone a atravesar la ciudad para ver una muestra de fotos.
-quiero esa voluntad, ¿dónde la venden?
-en alemania.


-hagamos una dieta al mismo tiempo, así nos damos ánimos.
-dale, cada una pone un peso y fijamos una fecha para llegar.
-perfecto, ¿pero para qué queremos los dos pesos?

lunes, septiembre 11, 2006

septiembre

nueve de la mañana. domingo de primavera y aire. desayuno con mamá y libros, almuerzo en la terraza. dos meses sin cigarrillo. atardecer al borde de la pileta comiendo brownies con porro y tomando champagne. hay olor a jazmín. todavía estoy colgada. me desperté a las 1030 y me subí a un taxi. descolgué la ropa por si llueve, manoteé un yogur bebible y acá estoy. ahora, los ojos cerrados, la sensación de me fumé un bosque, de quiero estar en un bosque, o una playa, la arena que quema la planta de los pies, el mar que adormece, las glicinas se mueven suaves en el viento sobre la pileta. ayer la luna estaba amarilla y enorme, entre dos cables de la luz, la vi subir despacio hasta el medio desde mi ventana. hoy está nublado, el calor sigue, el sueño de que por favor no sea lunes, que no sea, que no.

jueves, septiembre 07, 2006

más rápido

de la compu que no anda a esta caja plateada que pareciera mejor pero no tanto, porque aún no puedo abrir nada, ni el msn, ni un mínimo archivo de word. hoy temprano, muy temprano, ya era de día y los bomberos corrían primero cerca de congreso, después por palermo, un accidente, el 168 incrustado en un edificio, tres autobombas, siete u ocho ambulancias. la casa es linda, el piso de madera y el consultorio amplio, mientras hablo espío los libros, distingo varios benjamin, un stendhal, le petit robert. tres años en 50 minutos, me falta el aire. hace días que me falta el aire. que tenga libros libros me parece bien. después, el resumen hace aparecer ciertas cosas que no es que sorprendan, sino que reafirman su importancia, como si eso hubiera causado esto. ¿pero qué es esto? no sé.
por ahora una nube con una forma que todavía no se parece a nada.

jueves, agosto 31, 2006

tiempos violentos

a quién le importa si me atrincheré en mi oficina con modern times y una botella de agua. se ha dicho mucho en estos días sobre dylan, y yo lo amo. pero no imaginé esto, este dolor de panza, esta emoción, la ansiedad por ponerme los auriculares y salir a caminar con él en esta primavera que se acerca.
al mediodía me escapo y voy por corrientes, en una institución judía, salgo con mi tía al balcón y veo un primer plano de once. es histórico, me dice, hoy hay dos flores en los setenta balcones.
no sé cómo sigue todo esto, ahora volví y pienso en los cambios, el movimiento, los días que se alargan.
tampoco me preguntaron nada, pero hubiera dicho que estoy por la paz. siempre. también la busco acá, de a poco. veo cómo las cosas se ordenan, receta para anteojos, cita con un nuevo psicoanalista, la felicidad que llega con el calor y con esta voz ronca que canta en mi altillo.

jueves, agosto 24, 2006

faltan nosecuantos días para la primavera

pensaba un poco lo que decía juli en su blog, el toro por las astas. me parece muy gracioso eso de ir y decirle a alguien “te estás perdiendo a la mujer de tu vida”. digo, puede ser verdad, pero ¿no era que si te lo perdías era porque no tenía que ser? ¿cambiaría de opinión si alguien viniera y me dijera eso? ¿no deberías darte cuenta solo de algo así? si alguien que no conozco apareciera para darme un aviso de ese estilo creo que, al menos, lo pensaría. no, no, no podés no darte cuenta. si me tuvieran que avisar no tendría sentido. el tema de hoy parece ser la negación. de eso hablamos con nati también, dejar de negar, hacerse cargo. soñé que tenía el cuerpo lleno de pozos, me desperté con la nariz arañada. si hubiera clasificados de los días hoy sería “día a estrenar, amplio, luminoso, todo sol”. si se pudieran probar, diría que hoy me queda algo grande, me sobra un poco de acá y otro de allá. como no sé qué decir y esto es lo que hay, digo: hay sol y no tengo un buen día, pero salir sin el abrigo y caminar detrás de los anteojos grandes siempre es bueno. como sea, por momentos me gustaría que viniera alguien a decirme lo que tengo que hacer y por momentos me gustaría pasear y tirarme en el pasto sin que nadie me diga nada.

martes, agosto 22, 2006

bueno, digamos

como que había sol e iba casi flotando por independencia a comprar flores. y como el chico del puesto tardaba abrí la ñ. ya me había decidido por las flores amarillas, increíbles, luminosas como el día y las paredes de mi living. entonces vi la columna de j.a., y toda la cosa de papi, maru, pau, die y el bacardi o lo que sea, y me reí mucho. después me fui, porque el chico de las flores nunca llegó y mientras caminaba hacia mi casa pensé que el lunes me sentaría a escribir que el sábado al mediodía iba como flotando por la avenida con la idea de comprar flores y, entonces, mientras esperaba por mis flores amarillas, abrí la ñ y encontré la columna de aulicino y una cosa que imitaba perfectamente lo más tarado de este blog y un poema hermoso cerrando el texto y todo me dio risa. y salí al balcón y me puse a hacer burbujas mientras unos pibes abajo se tiraban piedras.

viernes, agosto 18, 2006

what a wonderful world

hay que correr porque alguien nos persigue, las puertas se cierran rápido y ya no pueden abrirse. todo está oscuro. estamos en un velorio o algo así. el caloventor esta vez se derritió fuera del sueño, el enchufe y el triple quedaron pegados como si fueran uno.
no se puede volver atrás.


el día estalla de tanta luz.

almuerzo con solchu en un bar de grandes ventanales y me pregunto cómo hay veces que el cielo entiende tan bien nuestro estado de ánimo.

jueves, agosto 17, 2006

el mundo se derrumba y nosotros nos enamoramos

la profesora fue compañera mía en la primer materia que cursé. dice, además, que su vida es un caos porque acaba de casarse. un caos soy yo, romina, que sigo de este lado y sin ningún plan más que intentar terminar con esto, que no me casé ni lo veo como algo cercano y que sigo saliendo todos los fines de semana y termino borracha en mi casa o donde puedo. no te lo voy a decir, romina, pero creo eso. seguro que tomamos algún café hace años. me digo que yo hice otras cosas. eso, yo hice otras cosas. pasar los fines de semana dura, vender aros en un local de recoleta, vomitar en la vereda. puán me pone cínica. llueve, hace frío. tomo el colectivo en rivadavia y me acuerdo de la charla con maris. estoy haciendo unas cosas buenísimas y además bailables, –me cuenta- para que las escuches y no te den ganas de estar quieto. hacer cosas que te gustan es como estar enamorado, dice, pensás que no te va a volver a pasar y después te pasa y es lo más. hablamos de eso, le digo que cada uno tiene sus tiempos. yo necesito tiempo para mirar, para pensar, para encontrar otro lugar desde dónde escribir, no puedo hacer todo seguido. me da más miedo no volver a enamorarme que otra cosa, le escribo por msn. pero me sale “em ad más miehgdo onvlovera namormej”. te da tanto miedo que no podés ni escribirlo. es verdad. miedo a que pase y a que no. doblamos en once y ya entendí.
también hice eso en estos años, buscar de a poco el lugar, otra vez.

martes, agosto 15, 2006

¿cómo se llama?

cosas como el vacío de un día de invierno, salir temprano, hacer una clase. espiar un poco la tele, pasan melrose. la moda que usaban es increíble, claro que en ese entonces no te dabas cuenta. hombreras a full y, en los parlantes, roxette a todo volumen. corro mientras escucho listen to your heart. tengo el pelo atado, estoy gorda y mis zapatillas son casi blancas. ¿cómo fue que caí en la máquina del tiempo? ya se sabe que fercho va tener una nena y todos estamos felices. entonces me río frente al monitor mientras le hago creer a cada una de mis amigas que a la beba le van a poner su nombre.

viernes, agosto 11, 2006

cuándo sobrevendrá la lluvia

ayer conocí al hermano de luca. su disco me gusta, se lo robé a fede hace muchísimos años, o me lo dejó, no me acuerdo. ahí hace todo con la voz. me abrió la puerta con su beba en brazos. una nena hermosísima. le dije: sos muy linda, no puedo creer esos ojos... y se rió. a andrea le gustaron mis guantes verde flúo. hablan igual, es increíble, se me llenaron los ojos de lágrimas. doblé por chile hasta entre ríos. en una ventana sonaba ”el amor es más fuerte” . hace un mes que no fumo y una semana que no como caramelos compulsivamente. para festejar, el miércoles me armé un súper porro y miré annie hall. ayer con pau, maru y die nos tomamos el absynthe que me trajo papá. odio esperar a que sea “una ocasión especial”. ¿quién decide cuándo? compartimos galletitas, absynthe, vodka y porro, nos reímos, están en el top ten de la gente que más quiero. después, sentada en la oscuridad de mi cuarto sobre un almohadón y con el caloventor enfrente, hay pocas fuerzas para abrir la cama y acostarse. pienso en lo que pasó en el día y todo se vuelve raro. digo, ¿por qué estoy sentada acá? y no sé, pero me quedo igual.
hoy hay fiesta de disfraces de personajes de películas, goli y yo vamos de mi madre es una sirena. no te amo tanto ya winona. o sí. la azalea está floreciendo y hay medias de todos colores en mi patio. cuarenta minutos hablando con willy, tengo el cerebro quemado, cinco llamados, uno tras otro. “si es bueno, enamórese, mire que hay pocos. y venga con él a verme tocar”, me dijo. “si no, la invito a cenar, aunque yo soy insoportable”.
iba a decirle que yo también, pero preferí prometerle que lo tendría en cuenta.

lunes, agosto 07, 2006

losa radiante

lunes de lluvia, gris, triste. me desperté en plena tormenta, me vestí y esperé mientras tomaba un té con tostadas. siempre que llovió paró, en el gimnasio hay más viejos que otra cosa. subir un punto más la velocidad, uno cada vez así no te das cuenta. correr. ir cada vez más rápido hacia ningún lado. ayer, chico césar y un quinteto de cuerdas: felicidad, pizza y el disco en la mochila para escucharlo en casa. al mediodía almuerzo extendido con hierro 3 en lo de papá, café con maia, visita a la abuela. sábado de múltiples fiestas y taxis por la ciudad. cumpleaños de vale en un piso 19 con amigos, tragos y comida, otra en el mismo lugar que la del viernes, la tercera casi vacía en la parte de atrás de un restaurant peruano y la última, llena llena de gente por todos lados. me quedo y me voy en seguida. al salir hace frío. caminar, casi correr con dos bufandas alrededor del cuello. en el cuarto blanco hoy no se escuchan los gatos pero hace mucho calor, ya casi es de día y sueño que estamos en la costa: cocinamos empanadas en la ducha y las quemamos, el aire acondicionado explota. tengo miedo, salgo al patio y llueve a mares. los celulares pasan videos de propaganda de miranda e intoxicados. estamos en el futuro y todo parece frágil. unos tipos se metieron en la casa, no se quieren ir, te pido que te quedes porque tengo miedo. me pongo una remera rosa que nunca tuve y salimos a caminar por la 3. en una cuadra pasamos de la 101 a la 605. todo parece amenazante, creo que nos van a robar, nos alejamos demasiado y hay que volver, ir cada vez más rápido hacia ningún lado.

viernes, agosto 04, 2006

al pan, pan

estoy en mi casa, la misma casa de hace tres años y medio. mi mamá se acaba de ir. tomamos unos whiskys con una picada. en la oficina hoy tratamos de establecer que es lo mejor para acompañar el whisky. ¿dulce o salado? un cigarrillo, dije. alguien que te guste, pensé. tengo brie y pan, mamá trajo brie y pan. mi heladera está vacía pero las cosas que me gustan se multiplican, dos botellas, dos paquetes de pan, dos triángulos de queso. así no hace falta casi nada. estiro el cable de teléfono mordido por los gatos y por primera vez hay internet en este cuarto. que la música funcione, que la actualización sirva, que pueda renovar cada día mi banda de sonido. mamá me trajo dos pares de guantes, el amarillo me queda grande, el bordó corto. las semanas se van rápido. y lo bueno del frío es que después viene el calor. por la ventana, la desolación del invierno. desde hace semanas el bar permanece abierto hasta tarde. antes no. ahí nos juntamos a elegir el nombre con julia y miguel ángel, ahí desayuné una tarta horrible varios domingos sin dormir, cuando caminábamos con ropa de noche escondidos detrás de unos anteojos negros, cuando no podía levantarme de la cama y la tristeza era como una sombra transparente por la que podía ver. no volví más. ahora lo veo, las luces prendidas, el piso a cuadros blancos y negros. una goma de auto enorme tirada en la calle, me asomo, le están poniendo las rejas. ya cierra. una pareja cruza la calle.

martes, agosto 01, 2006

the best things happen while you´re dancing

hace frío. muchísimo. en la tele muestran la guerra y a los gusanos festejando en miami. podría despertarme con la sensación de que el mundo es un lugar horrible, que de verdad las cosas van a estallar y que mientras la gente trabaja todos los días y vuelve corriendo a su casa a ver cómo echarri y paola krum se reencuentran, como si no pasara nada, como si todas esas bombas no estuvieran cayendo ahora, como si no pasara nada tampoco en la vida de nadie, ni en la mía. pero no. el frío y el sol. el cielo transparente. ayer jugué al bowling por primera vez. soy pésima pero me gusta. algo aprendí en todo este tiempo: no está bien querer hacer sólo lo que sabés hacer, no hay que tener tanto miedo a que algo salga mal. quedé anteúltima, el último tenía cinco años. camino con auriculares y música, el aire parece limpio. tengo dos remeras, dos sweaters y un gamulán. pueden pensar que estoy inmovilizada con tanta ropa, pero sólo estoy abrigada y lista para avanzar.

lunes, julio 31, 2006

flores rotas

las hojas en jirones como si un animal enorme de uñas afiladas hubiera quedado encerrado en el minúsculo patio.

los pimpollos, todavía verdes y cerrados, perdidos entre los restos.

el misterio de ese color que la tormenta se llevó después de la lluvia de meteoritos de la semana pasada.

jueves, julio 27, 2006

hoy todo el hielo en la ciudad

miedo. miedo blanco como el color del cielo de tormenta. piedras que caen, de un lado y del otro, en diagonal. rebotan sobre el aire acondiconado. la media sombra del colegio de al lado parecía una cama elástica de hielos, me dice mi papá que me llama apenas todo estalla para ver cómo estoy. estoy acá, en la oficina y tengo pánico. es irracional, lo sé. y casi no hay nada más lindo que ver este plano blanco, el piso cubierto de hielos, el cielo que enceguece. qué le pasa a este tiempo que nos tira cosas. hace días que pienso en el fin del mundo. todo empezó con el calor en medio del invierno y ahora esto. la idea del fin me fascina, quiero, por favor, un mes de preaviso. un mes de verano para estar con mis amigos en la playa, fumar, tomar cerveza, cantar y coger sin parar, un mes sin trabajar, un mes para decir todo lo que quieras y comer mucho pescado y dulce de leche, para sacarse las ganas. una vez dije que siempre había tenido ganas de hacerme un traje de papel film y mi mamá fue a la cocina y me trajo el rollo. si siempre quisiste esto, entonces hacelo. nunca en mi vida tuve tanto calor como ese día, envuelta en ese coso transparente con mi vieja que le daba forma con una tijera. así imagino el pre fin del mundo, darse todos los gustos tarados que uno no se da y no se por qué.

ahora el cielo está despejado. de la furia a la calma, el día gris, el sol. hoy estuvo indeciso. mañana frío y soleado. como me dijo una vez e.r, a veces prenden el día y lo dejan así, en el mismo estado hasta que ponen la noche.
en cambio ahora no dejan de mover los controles.

martes, julio 25, 2006

en el principio hace ya tiempo

termino de leer un mail, pienso en todos los perros que tuve. blancos, amarillos, cremita. sol, duque, vicky y frida. el pez paulino, el jilguero plumita, la tortuga pepita.
mis gatos, con nombres de persona. no está permitido cambiarle el nombre a un gato, ni a un barco, ni a la gente que querés. creo. no me pasó nada. en general escribo como si las cosas más insignificantes tuvieran importancia. como podría escribir, por ejemplo, que vi como empezó a florecer la azalea, despacio, apenas asomándose una punta de un pétalo fucsia, abriendo el pimpollo verde sin hacer ruido. todas las mañanas salgo al patio a ver a la rosa, pero aún mantiene su secreto. ya no vemos perros por la calle, perros sueltos, de los que mamá no me dejaba mirar a los ojos porque te siguen. y así vinieron vicky y frida. por mirarte. dónde están esos perros que había por ahí todo el tiempo. ahora veo gatos, a veces, cerca de casa, una señora les lleva comida. uno quedó atrapado sobre la persiana de un negocio. nunca supe quién lo bajó.

me duele la panza. por la mañana llegué concentrada después de correr en la cinta, ahora me voy dispersa, con perros, ríos y gatos que me siguen por todos lados.

lunes, julio 24, 2006

dos días

sábado. mucho sol en el cuarto. té verde en casa, medir el día desde el balcón y decidirse por el paseo. café en mesa afuera con papá. caminamos por palermo. almorzamos pollo con verduras saltadas y mini tarta de chocolate, sin frutos rojos para mí. se suma elen. vamos a ver compus. me voy en taxi con papá y una compu nueva que anda muy bien y no lo puedo creer. en media hora salí de los 80. en media hora estoy en la bañadera hablando por teléfono. me paseo en bata sin saber qué hacer. vení, hay pollo y ensalada, estoy con joy, dice nati. en cinco minutos pollera, botas, remera y taxi. vamos al cumple del hiato. hay muchas cosas que giran y hacen luces, un ventilador de mano, por ejemplo. necesito uno. hay que ir a once. no llegamos a la otra fiesta, casi me duermo en el taxi. en casa, intento conectar el dvd y no puedo, así que chau, mañana será otro día. rápido, olvidar el entorno, hay cajas y cosas por todos lados. el domingo me levanto temprano y ordeno el cementerio tecnológico. joggineta, auriculares, corro por independencia y llego a plaza dorrego. julia y sus anillos. dudo si almorzar pizza en pirilo, pero al final desisto y corro por independencia hasta cruzar 9 de julio, ahí camino sin parar y compro alimento para gatos. y me quedo. estoy en mi sillón preferido mientras afuera llueve. mate, libros, café con leche con torta en la merienda con mai, una tuca de hace mesas perdida en el cajón de las medias. dormir temprano, el cuarto calentito, el dvd que funciona, la frazada que pesa y los gatos ovillados uno sobre otro en un almohadón al costado.

viernes, julio 21, 2006

cada uno lleva un secreto y fercho la licuadora

despertar durmiendo en diagonal. la cocina está llena de platos sucios, vasos, cuchillos. ahora puedo decirlo: fercho va a ser papá. la emoción es inmensa. es el primero y todos estamos felices. como hace calor me pongo campera de jean. señorita trash, zapatitos, remera de encaje, una resaca terrible, el pelo revuelto, el esmalte saltado, ojeras, anteojos negros enormes y cartera de leopardo. me encanta este verano que alguien dejó acá. el viento me pega en los brazos. tengo una cita. estoy fóbica y de buen humor. voy a trabajar, almuerzo con mis amigas, cambio gimnasio por fiaca en casa.
fercho va a ser papá. y yo tengo una cita y una inestabilidad emocional más grande que una casa.

jueves, julio 20, 2006

rompan todo

la semana pasada robaron en el local de debajo de mi cama. escuché los ruidos de los vidrios rotos, las voces, cosas que se caían. me levanté temblando, con la sensación de que estaban entrando en mi living. no podés dejar la ventana abierta en un 1er piso a la calle, no podés cerrarla mientras roban abajo porque te escucharían. me metí en la cocina con el teléfono en la mano. cualquiera. ¿a quién llamás a las tres de la mañana mientras te parece escuchar un robo que no podés ver? ¿para qué?
a la cama otra vez. llega la policía, la gente se acerca, escucho todo.
al día siguiente, gritos: “a ese hijo de puta le voy a romper la cara”. ayer, un auto a toda velocidad con sabina al mango “por el boulevard de los sueños rotos”, un bebé que llora. qué me pongo mañana, hace frío, por qué no hay un puto árbol en todo este barrio, a los dos años el primer chico que me gustó era rubio y se llamaba diego, el segundo era castaño y se llamaba pablo, si los viera ahora, ¿los reconocería? ¿qué querrá decir todo esto? ¿me gustan los rubios o los judíos? ¿por qué mis gatos tiran siempre el mismo frasco? ¿por qué todos me llaman para nada? ojalá mañana salga el sol. que no se me moje la ropa colgada en la soga. ojalá de una vez por todas se abran los tres pimpollos de la rosa china y me dejen ver su color. otro vidrio se rompe. creo que es una botella. no puedo así, tal vez sea la falta de cigarrillo.
y mientras, mi cabeza inventa acertijos absurdos y sin respuesta con lo que sigue andando mientras duermo.

memoria corporal

había mucha gente.
estábamos en otro lugar, como un hotel de córdoba o algo así.
después de una convención.
abajo había una pileta cubierta.

de pronto me daba cuenta de que si me abrazaba a un almohadón y levantaba los pies, podía volar.

y volaba por la habitación como si fuera un juego que sólo yo podía hacer.

miércoles, julio 19, 2006

te juro que no

dormí muy mal.

en el sueño, ani y yo estábamos en una playa. después caminábamos por las calles de la ciudad balnearia y me daba cuenta de que estábamos muy bronceadas, casi rojas.

fumaba un cigarrillo.
entero.
de principio a fin.
me gustaba, pero una vez que lo había terminado la culpa cubría todo.
como si hubiera arruinado algo enorme.
como si ya no hubiera vuelta atrás.

me desperté pensando que ya era hora de ir a desayunar con mi abuela, pero no.

a las cinco de la mañana cerré los ojos y volví a soñar con la playa, pero esta vez la culpa judía la dejé para el té de las nueve y cuarto.

lunes, julio 17, 2006

una semana

un taxista me dijo que ahora que no fumo voy a engordar 10 kilos. “¿cuánto pesás?”, preguntó, “ahora preparate”.
no puede ser. es demasiado para mi altura, ¿no se da cuenta señor? me está diciendo que voy a ser un chancho no fumador y con pelo largo. ¿cuándo tomé esa decisión?
trabajo en una revista. se supone que toda la gente escucha discos, va al cine, lee. pero de pronto, me encuentro diciéndole a un compañero una frase que nunca imaginé:
“hoy, a las nueve de la mañana, cuando estaba en el escalador, te vi entrando en el gimnasio que está en frente del mío”
algo más: el coso bebible ser de dulce de leche granizado es una falta de respeto a todos los dulces de leche.

domingo, julio 16, 2006

vengo en 5 minutos

domingo. no es mediodía y estás en un locutorio.
afuera todo es gris y húmedo.
los ruidos se escuchan como bajo una campana.
viernes y sábado dormiste con el mismo nombre en otras personas. altos, rubios, flacos.
la casualidad nos dejó a todos en el mismo barrio.

y con los mismos colores.

noche 1. si no hay cigarrillo te fumás todos los porros del mundo. y huevos revueltos, golosinas, y hasta no terminar el vat 69 no paramos, cerveza, té con galletitas. quedás ahí. te toca cama y acostarte sin zapatillas envuelta en una frazada palette. a tu derecha, uno de tus amigos duerme tranquilo con la boca abierta. el otro está torcido en un sillón en el living.
por la mañana, los tres tirados en la cama recuerdan escenas del colegio.

día de sol. dos amigas más se suman en el desayuno, bar viejo en la esquina de ravignani y algo.
costanera sur. siesta.

noche 2. empanadas. amigas. bloody marys. se impone la teoría de la diversificación. en la fiesta hay una palmera o una extraña planta de hojas enormes. palmera le decían también a tu amigo. la casa es increíble. baile.

más tarde caminás unas cuadras. ya estuviste ahí hace un tiempo, en otra fiesta, pero hoy no hay gente.

esta cama está en el piso.
todo es blanco.
afuera unos gatos maúllan.

el día amanece lluvioso.
por un momento no sabés dónde estás.
más tarde bajás del colectivo y entrás a un locutorio.
todavía no es mediodía.
afuera todo es gris y húmedo.

miércoles, julio 12, 2006

comprate un reloj

entonces, sigo con mi monotema de la semana. ¿cuántos pesos y minutos voya ahorrar? digo, con qué voy a reemplazar mi clásica marca temporal "me fumo y cigarrillo y (me) voy". ¿serán todos minutos ganados? ¿y esos cigarrillos que eran la forma de quedarse un rato más con alguien, de prolongar una charla, o no salir al día frío del invierno?

¿y ahora?

¿qué voy a hacer con eso?

¿qué voy a hacer con el cigarrillo que fumaba como recreo después de ordenar mi casa y justo antes de meterme en la bañadera? ¿y el que fumaba con la persona que hablaba, cada uno a un lado del teléfono?

¿mentos? ¿pico dulce? ¿chicles?

¿"me como un alfajor y me voy"?

¿"me tomo cinco minutos me tomo un té"?

tengo que decirlo

en este instante me fumaría un cigarrillo.

martes, julio 11, 2006

y la pena que dejaste al partir

nc me pregunta qué tema prefiero, ¿paloma, por mirarte, la parte de adelante? paloma, pero por mirarte me mata, me trae una oleada de impresiones adolescentes, casi me desgarra, te diría.
diego torres lo hace bolsa. pasa con varios temas del homenaje a calamaro. hay dos o tres por disco que valen la pena. la cosa es que el tema se vuelve algo espantoso, como sucede también con “en el cielo hubo un ángel que escuchó...”, ese tema de diego torres que pasaban en algunas matinés en gesell y que, inevitablemente, me hacen acordar a mi primer beso. martín, un chico de la plata, lo vi una vez de vuelta en la costa varios años después. me llamó, pero yo estaba en el cine, daban el guardaespaldas.
por mirarte, versión original, primavera de cuarto año, las remeras batik, llorar en la ducha, tomar cerveza en la calle, correr borracha por la vereda en las fiestas del colegio. las polleras largas con elefantes, calamaro y el piano de cola en la terraza del recoleta, las fotocopias de las partituras de artaud, las clases de piano, el pelo larguísimo, esperar que todo nos pase.

asimétrico

la semana pasada, salir y salir.
tomar vino y comer canapés en un evento en el sheraton, cerveza y mataplantas en el sótano, cenas en casa, más cervezas en el brasilero, 878, fiestas, cumpleaños. de la angustia al baile. bloody marys picantes, vodka con sprite, ver dos jugadores en lugar de uno en la pantalla del jueguito de fútbol, dormirte en el suelo de un living mientras los demás compiten.

y ayer, primer día sin fumar, agua agua y agua. caramelos. ducha y contar un minuto y medio. la sensación física del cigarrillo que falta y que nunca sentís, porque ahí siempre hay un cigarrillo.
ahora no, donde antes había algo, ahora no hay nada.

martes, julio 04, 2006

encendida

me quemé la mano, entre los dedos, con agua hirviendo.

me duele.

me duele al punto que no sé dónde meterme.

me pongo pancután, pero no hay alivio inmediato. una mano arde y el resto del cuerpo tiembla.

de tanto mirar la quemadura, descubro un moretón y la yema del pulgar cortada.

parece que no me estoy tratando muy bien.


ayer me devolvieron un parcial: "qué lindo, laura", decía.
no me escribían eso desde la primaria. me gustó. para estar a tono salí y le mandé un sms a mi papá: "me fue bien". trato de pensar en otra cosa, pero sólo siento esa mano. digo, escribo de mi día de ayer, pero se filtra lo que arde, los bordes de los dedos, colorados, y la palma hinchada. "lindo", porque no puedo escribir con precisión. la presición que sitúa, por ejemplo, el dolor en un solo lugar del cuerpo, en ese punto rojo que se marca. ahí. no. no puedo hacer nada ahora. sólo hablar por hablar, pensar en cualquier cosa. pensar si me fumo un cigarrillo o no, si quiero un té. pensar que hice el parcial con fiebre. tal vez lo hubiera hecho igual sintiéndome mejor. qué importa, si cuando escribo también me duele la mano. ahora me acuerdo lo que me costó sacar un corcho el sábado a la noche con el dedo cortado.
el moretón no sé de dónde salió.
la derecha tiene apenas unos arañazos de gato.
concentrarse en algo. ya. lo que sea. que arda otra cosa.

prendo un cigarrillo.

lunes, julio 03, 2006

la flor de mi secreto

terminó el mundial. chau tele.
hace calor y lavo ropa en el patio. la escurro, la cuelgo de la soga.
hago lo mismo. en remojo, la bañadera con agua caliente, entrar y salir. hundir la cabeza. los sonidos se amplifican y después desaparecen.
hay fresias en el florero azul. hay un trapecista en el pasillo. hay un libro para leer y una lapicera arriba de la mesa. viene mi mamá pero mi gato no está en el pozo, al despertarme maullaba atrás de una maceta. bajamos, yo voy al kiosco, saco fotocopias, miro el partido en la tele, comento con los pibes, ella se va. le saco los bichos a la rosa china y al jazmín. no sé si son hojas nuevas o por fin voy a develar el misterio del color de la flor. estoy ansiosa. voy a la peluquería. me gustaría que fuera una rosa amarilla. tengo jugo de tomate frío en la mochila, un saco de esquimal y el esmalte fresia salvaje listo para ser usado.
en lo de mai, armamos el espacio para la fiesta: sacar la mesa, poner el mantel, cambiar las luces, bautizar a los vasos.
me toca tomar vodka en “roberto” toda la noche.

el domingo, magnolia y cena en la cama.

pero la rosa china no será blanca.

martes, junio 27, 2006

invierno

no salir. viernes con fiebre. en el supermercado hay descuento. voy a comprar verduras, me llevo un secador de pelo y un brie. papá viene a desayunar el sábado a la mañana. me deja con un taxi en lo de mamá. en un momento es de noche y estoy escribiendo un parcial con un camisón floreado de mi abuela. mientras la gente sale, baila, se divierte. yo pienso en shlovski y un río que corre y atraviesa rusia.

domingo helado. taxi a mi casa. antes compro esmaltes y reparador de puntas. compro cosas inútiles para reparar mi aburrimiento.

ajmátova. té con amigas. y otro taxi.

desde el séptimo piso, el cielo está raro. negro arriba, gris abajo y en el medio una franja blanca y luminosa. aurora boreal. el frío afuera es enorme.
y todavía no sé que, a la mañana cuando me levante, el cielo va estar plomizo y voy a desear con todas mis fuerzas que nieve. que caigan millones de copos, que la calle esté blanca como la veía ajmátova, que no haya clases, quedarme en la cama y cada tanto acercarme a la ventana a ver cómo los chicos juegan a tirarse bolas en la vereda.

viernes, junio 23, 2006

some tension

en la oficina de al lado hay una regla que tiene un stressometer, es un cuadradito negro donde apoyás el pulgar y según el color que te sale podés ver cuán stressado estás.
azul es calm, verde normal, naranja some tension, y negro tense. o algo parecido.
me salieron todos los colores menos un azul pleno, como mucho un verde azulado alguna vez y bastante naranja.

ayer me sentía mal. hoy sigo igual.
duele la cabeza, los ojos arden. la temperatura llega a los 36.9 y no se decide.
termómetro antes de salir. no puedo faltar al trabajo si no llega a 37.2, si la gripe no se asoma, las rodillas no duelen y la fiebre no se presenta como esa sensación de miles de pinches en el antebrazo, la mano semidormida que quiere agarrar algo que parece grande y luego se esfuma entre los dedos como arena.

los días del termómetro mágico. era de un papel medio plástico, negro, parecido al de la reglita del stressometer. lo apoyabas sobre la frente y si tenías fiebre aparecía, en verde azulado, la palabra"sí".
y entonces la novalgina muy dulce, que te tapen y te lleven la sopa a la cama, llamar a cualquier hora para pedir agua, cuentos, canciones, libros para pintar.

martes, junio 20, 2006

surtido

***

lo que no


soñé con el día anterior y con el día después del sueño. los mismos lugares pero en situaciones extrañas, imposibles.

papá llegaba al almuerzo con el zeide y la abuela.
los estábamos esperando en el living.
“llegamos tarde porque el abuelo estuvo un tiempo ausente”, decía ella
él estaba en silencio y sonreía.

nos sentábamos los seis a comer.


estaba acostada en la cama de e.r. mirando tele, él se daba vuelta y me decía “quiero que vivamos juntos”


me desperté, el cielo estaba gris y me fui a almorzar.


***


el zeide


i
hay tanto azul acá
parece un mar
mucho más pequeño
que la tierra. veo a mi abuelo
y su pincel, los ojos
casi cerrados; aparecen
esos puntos blancos que bailan
cuando la vista se queda
fija en al aire. todo el silencio
está ahí, como las palabras
de quien habló mucho. ahora
la ventana en mi cuarto,
inmensa guarda
la canción
de su espacio.

ii
el zeide, el zeide. una forma
de uso exclusivo que esconde
un nombre largo, el perfume
francés de su casa y un estante
con ruido a seda. pensaron
en los ahorros como
una herencia para el ocio
de hijos y nietos. no. el zeide
no dejó nada
de lo esperado. el zeide dejó
todos los paisajes.

iii
primero llegaron los techos,
cúpulas y los colores de un lugar
que no visité. la promesa
del viaje quedó
en ese cielo. ayer
la abuela vino sola,
los labios pintados y los dedos
llenos de anillos. siempre linda,
la abuela y sus sacones, la abuela
y sus ojos
grises como un cuadro.

iv
busco en el lugar
más pequeño, el zeide
como un cuadrado más
dentro de un plano. allí
nos perdemos hasta dejar
piedras y flores. hoy
es domingo y la lluvia
baja suave sobre la abuela, vemos
las letras apenas grabadas.
por primera vez
ella habla, le duele
lo blanco de este tiempo.

v
con la primavera volvían, juntos
ordenaban regalos sobre la cama
hasta llegar a diez. era
el número perfecto
en esas mañanas. en ezeiza
yo imaginaba los juguetes
aun desconocidos que más tarde
se descubrían entre la ropa. entonces
perdieron un bolso, el misterio
de lo que nunca llegó
todavía nos persigue.


***

chiquita


papá y elen vienen del supermercado con la abuela. tomi y yo fumamos un cigarrillo en el cuarto mientras los esperamos.
minutos más tarde, los cinco charlamos en la cocina.
la abuela me cuenta:

-una vez estaba tomando un café con tu abuelo en la piazza del popolo y lo vi pasar a vittorio gassman.

-¿y qué hiciste?

-me enamoré

viernes, junio 16, 2006

y traigan cerveza

entrar al mediodía, después de caminar por santa fé dudando si decirle sí o no a la bombacha celeste y blanca. casi no llegan mails, el teléfono no suena, escuchamos ramones al mango, tomamos mate y hablamos pavadas. hay sol y es casi como feriado. la gente sonríe, estamos contentos.

vengan todos a bailar a mi oficina.
hey ho let´s go!

miércoles, junio 14, 2006

encuentre las 7 diferencias

ayer fuimos nueve en mi living.

almohadón en el suelo y otra vez palabras que vuelven a mi cabeza:

hoy me quedo, la casa
me atrapa y golpea
cada parte con furia. encuentro
algo en esos restos, el día
en que no había nada
o sólo espacio. estaba
junto a la ventana y más allá
los gritos. imaginé
tu llegada, la cara roja
por la sangre. después entraste
impecable, yo parada en el medio
con el susto
de las primeras noches.


cómo puede ser que nunca haya vuelto a sentarme ahí, la espalda apoyada en el vidrio, el frío que en invierno pasa entre las rendijas. no repetir un movimiento, un lugar. la vista es otra. un día no había nada, ahora hay tres sillones, una mesa y dos gatos. estoy con ocho personas, no leo desayuno en tiffanys, ni lloro. lo más parecido a la sangre es mi esmalte rojo.

y nadie pelea en mi vereda.

lunes, junio 12, 2006

estamos en el aire

sábado. siete chicas mirando el partido. increíble merienda en la mesa, comentarios absurdos, gritos, abrazos, cantitos.
fui vestida de naranja. no podés tener la remera del contrincante. por primera vez en mi vida, me puse la camiseta de argentina.
imágenes mezcladas, llegar por mar, una playa de arena blanca como el marfil, negros negros que se acercan con túnicas a recibirte y el jardín botánico de la foto que me mandó mi penfriend de cote d´ivoire hace mil años, karamoko idrissa, su papá tenía muchas mujeres. le envié una revista de maradona porque era fanático y no volvimos a escribirnos.

fiesta.

domingo. fiaca.
ni una nube en el cielo.
todo el día de la cama al living.

hoy. que vengan de a uno todos los cadetes. nada puede empañar mi buen humor. no se esfuercen.
ni se asusten si me río sola.

jueves, junio 08, 2006

rutina

llueve sin parar. me doy cuenta de que no tengo nada para decir. trato de concentrarme en algo que no sea el cadete. pero no puedo dejar de pensar que llegó a las 12:15 en lugar de las 10:30, que no se hizo cargo y bajó a hacerse un café y que ahora habla por teléfono. qué me importa lo que haga, al final me enojo porque yo sí estoy acá desde las 10, pero si él se queda durmiendo mientras afuera llueve, que sea feliz. bastaaaaaaa. hoy todo me fastidia, creo que es la humedad, el día gris. un día nos peleamos, no me acuerdo por qué, pero yo grité y después él me llamó para pedirme disculpas y decirme que me quería. eso me mató. así que ya, que se lleve los sobres y listo, ya bastante embole es tener que andar de un lado a otro con este día.

cosas para hoy:

-evitar el mal humor.
-tomar mate.
-prender el primer cigarrillo del día.
-cantar, todos juntos, el tema de secretaria ejecutiva.

miércoles, junio 07, 2006

cenizas y diamantes

presentaban un cd de homenaje a don cornelio. font llamó para invitarnos y fuimos.
empanadas y vino, poca luz y algunas personas dando vueltas. ani y yo primero hacia la barra, en el camino, pablo y volco. ya sabía, estaba preparada, pero con un vinito me siento mejor. charlamos, escuchamos el disco.
estoy bien, cómoda, de muy buen humor. llegan los cornelios, de sorpresa y tocan. es la primera vez en mi vida que los veo. pablo se tiene que ir, nos despedimos: “antes de venir, el gato tiró en mi cabeza las fotos de año nuevo, le grité, pero ahora entiendo todo, son de esa noche que cantamos ese disco hasta las ocho de la mañana”, “¿las del teclado, en lo de tu viejo?”, “sí, era una señal, una señal de que iban a tocar hoy”. el alcohol me hace ver que todo quiere decir algo. optimismo tonto. apenas sale empiezan con ella vendrá. “¿te acordás de cuando llegábamos a pop city y siempre te pedíamos este tema y que saltábamos y saltábamos sin parar?”, le comento a font mientras siento que pasó un siglo.

bailo con ani en el medio de la pista. somos las únicas y el barman nos regala una cerveza, todo parece genial y recién es martes.

en la cama y con la luz apagada estiro al máximo el cable del teléfono y antes de dormirme hablo un rato sobre la catedral de koln, el techo vidriado de la estación de trenes, la posibilidad de saltearse un día de trabajo y mirar el cielo por la ventana durante toda la tarde.

perro dorado

es domingo, recién son las diez de la mañana y una manicura ucraniana me pinta las uñas de rojo. ella piensa que me quedaría mejor algo más claro, pero acepta el rojo sangre mientras me cuenta cómo es odessa. abris la ventana y la ciudad es una alfombra verde. hay árboles y árboles y árboles, por todos lados. voy a ir. voy a ir con mi papá y mi hermano. no sé cuándo. ella dice que debería encontrar a alguien que me enseñe un poco de ruso y después ir a estudiar, no hay que dejar que se pierda el idioma ni el apellido, por suerte tenés un hermano varón.

llego a casa. vestido blanco y negro, pseudo estola de piel blanca y sintética, saco de terciopelo, guantes blancos. me siento minnie mouse.

ayer en lo de e.r., tirados en un sillón, hablamos de las familias. y por primera vez en años, tuve un recuerdo de mi abuelo. siempre me acuerdo de él, pero a veces, cuando pienso en la gente que murió, me vienen unos recuerdos superficiales, medio de cartón, el sábado fue diferente, una voz, un perfume, una frase suelta, el movimiento de una mano, la sonrisa: todo a la vez.

en la fiesta ponen un video. fotos de lu bebita, de lu al año, a los dos, a los tres... y nosotros alrededor. mi tía y sus rulos, mi tío, la abuela chiquita, papi, elen y su peinado ochentoso, tomi hecho un nene, yo con el pelo larguísimo y un jean bordó, todos juntos ahora, hace una semana con nuestras caras 2006. y el zeide, el zeide más joven, el zeide ya grande. pero en ninguna el zeide enfermo, en todas el zeide sonriente, jugando con su nieta.

lu está hermosa, alta, flaca con un vestido verde agua. bailamos, comemos, prendemos la vela de “ellos son los más locos de mi familia”, lu habla del asado y el humor de papá, de la comida y la ropa de elen, de las charlas con tomi y de mi prima más grande que me llevaba a la bond y siempre viene a cenar y nos cuenta sus historias amorosas. que venga un marciano y me lleve. soy la representante de la generación intermedia en todo este salón, en las cintas me saco un snoopy. buena señal, mi personaje preferido. prefiero un perro que un anillo.

vuelvo a casa en un taxi con pau y tomi, se van al cine y yo llego y me meto en la cama con una botella de agua y cuando harry conoció a sally. por un rato estoy triste, algo borracha, cansada, sola. quiero hablar por teléfono y no lo hago. pero entonces suena y es e.r. y hablamos largo rato con harry y sally detenidos en la mesa de un bar.

termina la semana, me duele mucho la cabeza y me voy a dormir feliz otra vez.

lunes, mayo 29, 2006

definitivamente, odio los lunes.

lucho me dejó unos virginia slims, que me parecen bastante desagradables, con esa cosa de "cigarrillo de mina", pero medio grasa. no sé. cómo vas a fumar eso, claro, eso díría de alguien que los fumara en serio, pero como sólo me los fui fumando desesperadamente a lo largo de la madrugada mientras escribía con un teclado demente que ponía "sd" en lugar de "s" y "xc" y "we" en vez de "c" y "e" respectivamente, ya me daba lo mismo cualquier cosa.

este fin de semana no existió, me gustaría por favor que me lo devuelvan, y rápido porque estoy cansada. no sé si alguien lo vio, o si se lo quedaron los futuristas o tal vez los simbolistas, pero de descanso y diversión tuvo bastante poco.

sólo estudiar y comer sin parar. comida china, japonesa, tortas, empanadas, ravioles de salmón en tinta de calamar, chocolinas.

cumpleaños y almuerzos con la familia viernes y domingo.

y la sensación de cosas pendientes que se van acumulando y acumulando en tu cabeza a lo largo de cada día.

mucho sueño

me duermo sentada frente a la máquina. ya intenté apoyar los brazos en el escritorio y la cabeza arriba, pero no puedo dormir acá. ayer escribí una pregunta de un examen y a las cuatro de la mañana se me borró una parte. volvi a escribirlo con la sensación de que nunca iba a quedar igual, pero no importaba porque ninguna de las dos veces fue una genialidad lo que hice. a las cinco encontré el documento recuperado. no eran iguales claro, pero ninguna era mejor que nada.
me fui a dormir por tres horas y media.

hace unos días soñé con vos, juli, habías venido a bs as sin avisar, yo volvía de una institución judía donde iba a hacer un curso y te veía a vos sentada en una mesa de un bar, en una avenida, chapando de incógnito con nico mateo.
fue la misma noche en la que soñé que iba caminado por san telmo en short y cargando el banco de mi piano y me encontraba a pablo y la orquesta tocando en una plaza de la boca donde un enero vi a los bomberos voluntarios disfrazados de reyes magos repartiendo regalos.

martes, mayo 23, 2006

cinco minutos

todo el tiempo deberías estar haciendo algo, así, vas a estar toda la tarde cargando la comida de los gatos y una cera para el piso, buscando una cerrajería para hacer esas copias de las llaves que nunca hacés, mientras pensás cómo vas a empezar la respuesta a las preguntas del parcial. por más en vano que sea, ponés el despertador una hora antes cada mañana, a ver si llegás a desgrabar algo del casete o corrés en la cinta o, no sé, simplemente te quedás mirando el techo, pensando que hace frío y estás cansada y qué fiaca salir de la cama calentita, correr al caloventor, encenderlo, poner la tele, ver la temperatura y empezar a pensar en el té, el baño y la ropa que te podés poner porque, ¿cómo habrás pasado el último invierno? ¿qué se ponía uno? remera, polera, sweater y abrigo negro, aprender a abrigarse otra vez, cada año. la ropa cuelga en el patio, pero ni da sacarla. algo te dio alergia y pica la cara. se acabo el alimento de los gatos, se acabaron las piedritas sanitarias, se acabó el papel higiénico. qué importa. tampoco hay queso ni galletitas, ni yerba para el mate. hay té. té verde y té de miel, té de jazmín, común, de menta, de boldo, de hierbas varias y té de vainilla.

en estos días casi todo es leer.
corregir la revista, leer para el examen, leer el libro para la tutoría, leer los poemas de las chicas para el miércoles.

y escribir escribir escribir escribir.

magical mystery tour

después de algunas horas en auto, cuatro argentinas, un esloveno, llegamos al hotel.
aprendí a decir gato, pero no me sale muy bien, mutchka, había uno blanco y negro en el estacionamiento. su pelo se parecía a mi cartera. nos cambiamos y fuimos al lugar de la lectura, miguel ya estaba ahí, sentado con una cerveza.
un bar, luz blanca, pizza. se fue llenando de gente, varias mesas grandes.
un micrófono.
leímos, leyeron. después las mesas se corrieron, y la luz blanca cambió por muchos colores intermitentes. bailamos a lo loco. cualquier cosa, todo. cantando lo que sabíamos y lo que no. con mucha cerveza y cerveza de por medio. después, dos bares, berlín y luna, todo era cerca, creo. había una carpa en la calle. la noche era para reírse. hasta casi pelear con unos pibes en el tercer lugar donde terminamos.

y más tarde, buscar los libros que había dejado olvidados y perderse borrachos por las calles de una ciudad casi desconocida.



***

¿bajamos a desayunar? escucho una voz que me dice, pero no sé dónde estoy. rosario, mucho sol en la habitación. dale vamos, abro los ojos, me duele la cabeza, ya recordé. me visto con el pijama abajo, si ese short puede llamarse pijama, no sé. café con leche y medialunas. saco el pasaje. almuerzo sola en el macdonalds de la terminal, tiene una terracita al sol, el día se siente bien a pesar de la resaca. agua mineral y alfajores para mi jefe.
las ventanas del micro son enormes, afuera están todos los colores, árboles en pleno proceso de otoño, todos los naranjas, amarillos, beiges, marrones.

y todos todos los verdes.

no puedo dormir con tanto para ver, acá y allá algunas manchitas rojas de los plumeritos y los tomatitos venenosos. así les decíamos en la quinta, mi hermana más grande se comió uno pero no le pasó nada. tuvimos miedo y le dolió la panza, igual no le contamos a nadie.

los mejores son esos árboles que tienen las hojas verdes pero ya rojizas en la punta, como un pájaro raro de plumas tornasoladas.

carla bruni, calamaro, nick drake.

todo brilla hoy.

miércoles, mayo 17, 2006

plato del día

estoy tan cansada todo el tiempo.

salgo sin campera a buscar mi almuerzo. no hace frío y me gusta ver el brillo de las calles en esta época del año.

todo está como dormido. pero soy yo. la realidad es que las cosas siguen igual, los autos, el tipo que me vende la comida, los negocios abiertos.

cambio el menú a ver qué pasa, sorrentinos integrales de ricota y verdura. en el microondas son una masa cuadrada que conserva la forma de la bandeja que los contenía. y siguen igual ante el calor, un bloque de color indefinido, grisáceo, con su salsa roja encima.


todos los mediodías como lo mismo y no me aburro -arroz integral, tomate, zanahoria, atún y huevo.

lo que me aburre está en otra parte.

moet chandon

cuando todo terminó, después de las copas de vino y los canapés, subimos las cosas para ir hacia lo de julia.
nuevo mensaje de voz:
“allá deben ser las seis de la tarde, acá, en parís, son las diez. ya estamos por abrir el champagne para brindar como si estuviéramos en la presentación, ojalá que todo salga lindo, te queremos mucho y te extrañamos, elen te manda un beso enorme”, decía mi papá en el teléfono.

unos minutos antes, yo creí escuchar su voz entre la gente, lo busqué entre las caras conocidas, lo imaginé brindando y charlando con mis amigos, como siempre.

lunes, mayo 15, 2006

el asadito

sábado en lo de maris.
estoy tranquila.
llevo en mi mochila un pategrás, un leberwust, tostadas con orégano, un filadelfia y una coca light en la mano.
podría irme a un campo y extender un mantel a cuadros, pero el plan es terraza.

el día está claro y luminoso, puedo ver a través como si todo fuera celeste y amarillo.


me siento en una lugar que conservo todo el mediodía.

charlamos. comemos. fumamos.

y vuelve una tristeza muy grande otra vez. me quiero ir y me quiero quedar. me pregunto cuándo va a terminar el choque de planetas.

me voy casi primera.

al menos hay sol y algunas cosas quedan mientras me pongo los anteojos negros en el 39 hasta casa.

hoy, lunes

Gog y Magog ediciones presenta:


Metulji/mariposas, de Brane Mozetič
Impresos en rojo, de Karina Macció
Antología de poesía eslovena contemporánea

Músicos invitados: Quatre M, música antigua.

Lunes 15 de mayo 19hs.
Sala Solidaridad, Centro Cultural de la Cooperación
Corrientes 1543

jueves, mayo 11, 2006

lo que queda de ayer

ayer en el malba presentación de un libro. tocaba alvy singer. una cerveza antes de entrar, copas de vino al salir. alvy y su mini van fueron la señal de que todo podía estar mejor al menos un rato. me reí mucho. mai y sol se fueron, me quedé esperando a ani. caminamos y subimos al 110. en una de esas parrillas pasillo medio trash, con varios tipos mirando un partido y haciendo "uuuuh" "ooooh" con cada jugada, cenamos bondiola, cerveza y papas fritas. increíble, volvería una y otra vez. por ahí el miércoles que viene. no sé.
llegamos al lugar y estamos en la lista, bicicletas ya empezó. ani compra un balde de cerveza, parece que nunca baja, siempre se ve lleno, pero es mentira, lo juro, mi dolor de cabeza de hoy da pruebas de eso. hablamos con amigos. el tema se repite. sol en el malba contando que alvy hizo el disco porque su novia le rompió el corazón, que es verdad, posta. yo sugiero que por ahí él era un jodido igual. finalmente no se entiende por qué, pero siempre te gustan los que están arriba del escenario. a mí no me importa, yo no quiero, andá a cantarle tu cancioncita a otro. aunque no valga generalizar.
después, horas más tarde, un amigo dice: me separé, los músicos somos tremendos.
sí, es verdad, le contesto, pero yo también soy difícil.

a la salida, todos siguen charlando alrededor de un auto, dudamos si seguir en otro lado. por suerte, me queda un pequeño resto de sentido común después del segundo balde de cerveza. vamos ani, es cualquiera ya.
en casa, té con porteñitas y la cama con las sábanas recién puestas. elijo un disco, los covers de calamaro en el salmón, suena como adentro de un frasco, intento con bowie, pero también está encerrado en algun lugar chiquito y lejano. podría ser mi cabeza. pero creo que no, que es mi equipo que se retiró de las pistas. aunque en mi cabeza hoy todo suena parecido.

minutos después, sueño con el trabajo.

y me levanto cantando un tema que escuché ayer.

miércoles, mayo 10, 2006

miércoles

tal vez nunca tengo nada qué decir acá, pero escribo igual. a veces, a veces no. hoy estoy básicamente aburrida y maravillada con el sol que entra por la ventana. no parece mayo, eso dicen el noticiero "otra noche templada, bastante cálida para este mes de mayo". ojalá te dure. odio el invierno. el desorden en la oficina me está superando y no tengo fuerzas para hacer algo en contra de eso. en mi casa es distinto, llevé ropa a la tintorería, me compré una caja para las bufandas, regalé toda la ropa que no uso.
igual me siento perdida.
pero por algún lugar hay que empezar.
en la cena de ayer, bien dos de seis. buenas noticias. cosas lindas. y locuras varias: que me habló un poco frío por msn, que mañana me tomo un café con mi ex, que le puse un ultimatum a mi novio y no reacciona, que no sé ni lo que me pasa pero estoy triste.
no me banco sex in the city, no lo soporto, pero las cenas con mis amigas son algo increíble.
ya lo dije.
y lo volveré a decir.

martes, mayo 09, 2006

llamado a la solidaridad

se necesita con suma urgencia alguien que venga a mi casa y se coma el medio pan cremona que me queda antes de que me muera de acidez.

de frente

después de llorar todo el día, merendás en un bar de palermo con tus tías y tu prima que cumple 15. te toca la cabecera. ¿querés comer algo? ¿una torta? ¿un tostado? no, no, no tengo hambre, gracias, te diría que tengo una angustia que apenas me deja respirar, pero no es un buen tópico para un cumpleaños. mejor hablemos de que si le ponés hielo a las gerberas duran más tiempo, o de qué vestido vamos a usar en la fiesta.
tenés los ojos rojos, ¿estás bien?
sí, sí, pero no fue el mejor día de mi vida.
caminás por canning y entrás a un locutorio. hace unos años hablaste desde ahí y al lado había un actor famoso, pero no te acordás el nombre, uno que se parece a horacio gonzález. pero hoy no está, levantás el tubo: hola, tuve un día nefasto, quería charlar un rato.
así veinte minutos, con el saco y la mochila puestos, en ese cuartito sin poder fumar ni un cigarrillo.
después el 141 lleno, un pibe escribe una monografía, no entendés cómo alguien puede escribir una monografía en un colectivo. entrás al aula y tu compañera de la secundaria da una clase sobre trotsky.
el profesor comenta que puede ser que tu apellido venga de amor, pero que lo más probable es que sea de frente, no de frente de batalla, de frente de la cabeza.
intento de rescatar la leyenda familiar, ¿pero no podría ser que la raíz fuera la de amor y que lo confundieron al llegar a la argentina y le cambiaron iu por o?
sí sí, puede ser también.
en casa, un mensaje de tu mamá, es sábado a las 3 de la mañana y llora: leo todo el tiempo lo que me diste, me emociona, me encanta, te quiero felicitar y decirte que te quiero mucho.
la llamás y te dice: no te pongas mal, todo esto te va a traer suerte, los eslavos, los eslovenos, todo va a estar bien. además, a mí me parece mejor frente que amor.

lunes, mayo 08, 2006

un barco llevándome

este fue mi cuarto. uno de los cuartos de la adolescencia.
es el más lindo, el de la esquina. si me doy vuelta veo las copas de los árboles, las hojas marrones, amarillas, naranjas, las ramas casi peladas. un tipo arregla una luz de la plaza con una de esas mini grúas.
la casa está vacía y llena de cosas usadas. ceniceros con muchas colillas, cajas de pizza, la pava, el mate.
una campera de mi hermano, los anteojos de mi hermana, cosas de sus amigos, revistas, todo en la que fue mi cama.

vi las fotos de mi fiesta de quince. horrible y no tanto. vestido blanco, pelo larguísimo, unos bucles, mis hermanos hace trece años, mis viejos hace trece años. mi abuela irma, el zeide.
mi amigos hace trece años, y ahora que los veo, sí, es verdad, ya tenemos casi treinta y se nota.
el anuario de quinto año, las biografías, los compañeros que no recordaba. la idea, tal vez falsa, de que ahí todavía podría haber hecho las cosas de otra manera, de una en la que no tuviera la sensación de algo mal hecho permanentemente. esa tranquilidad que yo no encuentro, que perdí hace un tiempo.
y pienso eso y suena manu chao, hacía años que no escuchaba esta canción, era nuestra preferida en europa, minha maconia, minia vagabunda, minha querida, minha valeria, minha torcida, minha flamenga, minha cadeira... la había anotado en un cuaderno.
ahora, llegan como fotos, la playa de siracusa, el viento viene el viento se va, el mar azul azul azul, el departamento en praga, los hongos, el gusto a humedad, un tren hacia algún lado.

un tren que sube a un barco y cruza.

canción, llevame lejos, donde nadie se acuerde de mí

domingo a la noche de un fin de semana que se me escapó, no sé cómo, pasó así, rápido, mientras miraba el baile de las hojas en la vereda.

el viernes fueron cuatro bloody marys en un bar con amigas antes de quedarme dormida mirando el padrino.

y ahora que tengo agua caliente en el calefón y no puedo escribir canciones de amor, lleno la bañadera y el sábado es un largo estar en el agua, hervirme las plantas de los pies, sacarlas a respirar y apoyarlas en los azulejos fríos. cantar en el vapor, pintarme las uñas.

a la noche corro al luna park. miles de jóvenes en el recital de babasónicos, las chicas gritan, todos saltan. nosotras nos sentamos arriba, muy arriba, casi me mareo al subir. vemos los movimientos, las luces de los celulares, el espacio totalmente completo de gente.

otro bloody mary.

bailamos mucho en una fiesta en palermo. hay un jonhy walker etiqueta negra, pasan morrisey, madonna, mia, no sé, cosas que quiero bailar. la fiesta termina y me tomo un taxi. todo se oscurece, me bajo llorando y me voy a la cama con un té verde y unos pedazos de cremona con queso blanco y miel.

y ahora que ya pasó casi lo peor y el domingo, estoy acá sola porque no tuve ganas de volver hasta monserrat, una vez más, pienso que por suerte no tengo banda ancha en casa y que todas las sombras de ayer a la noche se fueron desdibujando por la mañana hasta casi desaparecer mientras almorzaba un plato de ravioles con sol y nati.

y la torta de mousse de la tarde, el libro de ponge y el de eliot en dos cuotas, los tres culottes a rayas, la tarde con mis hermanos, maia feliz a la vuelta de su viaje a rosario.

martes, abril 11, 2006

las palabras y las cosas

una vez más en un aula de prácticos, mirando los carteles en las paredes, a tus compañeros, el suelo y escuchando un poco lo que dicen sobre un libro que no terminaste de leer.

que no me cuenten el final, que no me cuenten, que no...

una chica habla sobre un personaje que lleva un paquete...
“entonces, cuando aparece el señor del bulto...”

viernes, abril 07, 2006

¡hola mami! ¡lo arreglé!

la ficha de mi teléfono se cayó al suelo minutos después de que el técnico me instale la línea.
esta particularidad, sumada a la del cable extremadamente largo, me permiten lleavrlo por toda mi casa.
pero como bien se dice “si tirás y tirás de la cuerda al final se rompe”, así, el otro día, mientras me paseaba del living a la cocina con el aparato en la mano, me quedé sin tono.
y ahí empecé a probar... si pongo el cable este acá, y el otro de este lado, ¿pero irán enrollados? ¿y qué es este piolín que sale del cable? ¿y esta cosa que parece miqui-moco?

pero no pasaba nada de nada.

la cosa es que entre mis amigos hay una médica y un ingeniero, entonces, cuando te duele algo, lo que sea, la cabeza, el pie o la panza, llamás a maru que te tranquiliza y te medica. ahora, cuando se te rompe la compu, o querés colgarte del cable usando el coso de fibertel, o se te rompe la ficha del tel por no comprarte un inalámbrico y querer cocinar, hacer fiaca y ordenar tu placard mientras hablás con una amiga, entonces lo llamás a dieguis.

dieguis me dio instrucciones por msn. yo le expliqué cómo era mi ficha, le hablé de las bondades del miqui-moco, de las casitas transparentes para los cables y del cable verde que estaba suelto al principio.
me explicó cómo hacerlo, pero me dijo que necesitaba una pinza.

ayer llegué a mi casa a la medianoche, me senté en el piso, pelé el cable con una tijerita china y lo conecté, el blanco en el dos, el marrón en el tres y el verde suelto y ¡zas!
¡funcionó!

jueves, abril 06, 2006

happy hour

con una diferencia de ocho horas, leo en dos libros distintos:

"a partir de cierto punto, ya no hay retorno.
ese es el punto que hay que alcanzar"

kafka




¿promoción en el mercado del epígrafe?

¿robo? ¿homenaje?


¿augurio?

miércoles, marzo 29, 2006

soy tu fan o a veces parece que vivo en una comedia de bajo presupuesto

i
después de viajar en un micro al que no le andaba el aire y pasar así, valija en mano, por el cumple de mrtn en lo de sol y beber bastante cerveza y un champagne de despedida, llegué a casa.
mamá me había dejado una nota ilegible, escrita sin anteojos, y un mensaje en el contestador: “¿todavía no llegaste, puta? tus gatos te extrañan.”
fui a la cocina, me serví un vaso de agua, me senté en el sillón y la llamé. estuvimos hablando un rato largo. al final, cuando yo estaba tomando el último trago del vaso y pensaba ir a servirme otro, me dijo: “no regué las plantas porque seguían húmedas por la lluvia, usá el agua que está en la botella arriba de la mesada, tiene fertilizante.”

ii
llegué a casa después de cenar en lo de juli s. medianoche y un solo gato que viene a recibirme. el otro maúlla desesperado desde un gran hueco vecino al patio. ¿cómo lo saco de ahí a esta hora?

primer intento: bajo un balde con comida atado a una bufanda. mi gato nunca vio un rescate por tv, no imagina que debe entrar al balde para que yo lo levante desde arriba, come y se frota mimoso con la bufanda.

segundo intento: cuelgo una sábana con nudos. mi gato tampoco vio programas de escaladores, ni de niños que escapan de su casa por la ventana, vuelve a ronronearle a la sábana.

tercer intento: le bajo un palo de escoba. mi gato nunca vio concursos de palo enjabonado, me mira desde abajo sin entender qué es lo que hago.

cuarto intento: llamo a mi mamá que me sugiere que llame a los bomberos y, finalmente, se angustia y viene hasta casa.

paréntesis: llega mamá y vuelve a intentar las mismas cosas que yo. tomamos un whisky con hielo.

quinto intento: mi mamá dice “si fuéramos hombres, seguro que podríamos sacarlo”. ante esta afirmación, decidimos que lo vamos a lograr. sacamos un postigón de la persiana del balcón, lo cargamos (pesa mucho) hasta el patio y, entre las dos, lo bajamos con cuidado. la gata maúlla desde un banquito y suponemos que le está explicando al gato cómo volver. finalmente valentín trepa y vuelve a casa.
hay lágrimas y abrazos (mamá y el gato, el gato y yo, mamá y yo, y uno a ema por no tirarse).

iii
decido retomar la facultad. compro cuaderno y birome.
llego al teórico. me asomo en aula equivocada. al lado mío, otra chica se asoma igual.
la miro.
es la novia de pablo.
minutos más tarde las dos escuchamos el mismo teórico de literatura eslava.

mientras tomo apuntes, me pregunto si no será mejor irme a rusia y cursar literatura argentina.

no quiero estar enero en pinamar

hace una semana, llegué de mis segundas vacaciones.
nueve días en un súper apart en mar de las pampas a un precio absurdo, menos que lo que saldría un camping.
algo así como estar con tres amigas en un spa, pero un spa en el que engordás como un chancho.

la rutina iba más o menos así: levantarse alrededor de las ocho, nueve de la mañana y pedir el desayuno, desayunar, ir a la playa y estar tiradas cual morsas, intentar leer mientras alguien habla, almorzar en el parador, volver a tirarse, tomar mate con galletitas en las reposeras al lado de la pile, intentar leer, poner un dvd y acostarnos en la cama con una "frazadita", hacer una picada, intentar leer algo, ver la novela echadas en la cama, cenar, ver otro dvd, intentar leer en el silencio de la noche y quedarse dormida antes de la una de la mañana.

en los tres días de lluvia reemplazar "playa" con "pintar con acuarelas, papel glacé y brillantinas".

un deporte muy en boga esta temporada fue la generala y su compleja variante "el obligado". y también, de alto riesgo, el nado de ballena en la bañadera llena de sales y espuma.

martes, febrero 21, 2006

mi casa, tu casa

mamá estuvo cuidando a mis gatos toda la semana.

apenas entré, noté algo raro en la arcada del living.

un móvil, lindo. muy de mamá, se debe haber fijado en alguna cosa del fengshui y la orientación de los puntos cardinales, si tenés que tener esferas, pescados, móviles, campanas, no sé.

en los sillones, tres almohadones amarillos, del mismo color que los marcos de las ventanas.

el pasillo pintado del rosa que yo quería, con el espejo colgado a mi altura y una mesita al lado.

la mesa de luz que siempre me daba fiaca traerme y que me encanta, junto a la cama.

y dos gatos ofendidos que me mataron con la indiferencia toda la noche.

de regreso

vacaciones en punta de diablo.

una semana de sol.

viernes, febrero 10, 2006

buena suerte y hasta luego

me voy de vacaciones.

chau.

un viaje de ida

en vez de almorzar me fui a correr al gimnasio.

me dolía la cabeza y pensé que me iba a hacer bien.

media hora en la cinta, unos abdominales, ducha y a trabajar de nuevo.

cuando estaba corriendo, más transpirada y chueca que nunca, llegó el pampa.

short y agua mineral de litro.


la semana pasada, el hiato en la bici.


¿qué fue de esa época en que sólo nos cruzábamos si había porro o cerveza de por medio?

jueves, febrero 09, 2006

preparativos

ayer a la noche, cena de despedida con las chicas.
me voy una semana pero cualquier motivo es bueno.
tomé bastante cerveza y volví temprano.

hace tiempo que descubrí que la mejor manera de hacer un bolso es antes de irme a dormir y, en lo posible, algo borracha.

este año ni siquiera hice la lista que hago siempre (algo así: remeras: blanca lisa, celeste, rosa, negra dibus rosas, rayada fortunata, verde paula, negra uma, celeste má, blanca y plateada, blanca y negra, polleras: leopardo, negra, jean?, blanca... etc etc.)
entonces llegué, saqué el bolso y abrí el placard, puse las sábanas abajo de todo pensando que iba a tener que desarmar el bolso entero para sacarlas, pero que no me importaba porque así quedaba mejor. logré meter todo, justo justo.

y cuando lo quise cerrar, me quedé con el cierre en la mano.

conclusión: mañana, en el buquebus, volveré a ser mochilera.

martes, febrero 07, 2006

presente

ayer, en el gimnasio.

maia, ivi, maru, maros y yo.

pau fue a la pileta un rato antes y la vimos en el vestuario.


sólo faltaba que el profesor tomara lista.

martes, enero 31, 2006

nabidad y enanillo

ani llegó hace un rato y tomi viene alrededor de las once.

y no sé si ir a lo del maris, porque los extrañé mucho, no veo la hora de verlos a los dos.
además, sé que voy a tener frío en la terraza.

mientras, el día se va nublando y mi ánimo igual.


la virgen de los colores me mintió esta mañana, estaba azul azul y debería haber estado, como mínimo, lila.
la remota posibilidad que tenía de llegar a creer en dios acaba de desaparecer.

última cuenta regresiva

conocer la cabaña amarilla o la rosa, que sea cerca del mar, despertarse, salir a la playa, tomar una caipirinha, leer una novela, hacer fiaca, dormir la siesta, correr al agua, llenarse los pies de arena.

que la lona siempre me quede arrugada, que me queden marcas del protector mal puesto, que se me llene la cama de arena.
que me piquen los mosquitos, las aguas vivas, que el viento me haga nudos imposibles de deshacer en el pelo, que se me pele la espalda, que la piel me tire, que el buquebus me balancee.


falta poco

quiero que estemos ya ahí.

lunes, enero 30, 2006

la nona

ayer, le dijo su abuela a caro:

"si no tenés novio es porque no querés,
cuando encuentres un hombre que te quiera, vos cerrá los ojos y listo."

balance

la frase que más dije en este año:

"¿dónde mierda dejé las llaves?"

qué significa un año de blog

la semana pasada cumplí un año de blog.

no lo festejé, pero ese día lo recordé.
un año desde que volví de brasil.
pensaba cerrarlo después de este plazo, pero ahora no sé, cada vez me cuesta más escribir acá. es que estoy cansada. sueño con las vacaciones.
me voy a uruguay. quiero estar así, playa, tranquila, tirada sin nada qué hacer.

también, por momentos, sueño con un blog otro, que nadie lea, donde escribir todo todo todo.
y me digo cada vez que para eso está el word, o la libretita o algo, no sé.
me atrae este formato.
creo que porque es medio como hablar con alguien pero no tanto, sobre todo si nadie lo lee.
es como algunas noches cuando estoy borracha, nunca hablé frente al espejo, nunca ensayé una conversación, pero cuando estoy borracha en un baño me miro y me hablo a mí misma, me reto, me doy ánimos o me quejo.

caro se fue hoy, ayer pasamos todo el día con ella en quilmes, un día en la vida de caro. el tren me dio miedo. había unos pibes que se subían al techo y gritaban. me quería bajar, pero no daba bajar en cualquier lado. me quedé muy triste y llegué tarde a mi casa. tuve pesadillas con el trabajo, tuve pesadillas con pablo, soñé en inglés, me desperté muerta de frío con la ventana abierta y el ventilador al máximo.

me abrigué y tengo calor.


si tuviera otro blog tal vez sería más así. el lado b, el del mal humor, sin pensar, sin corregir, sin tratar de que todo parezca lindo.

viernes, enero 20, 2006

una vez más

quise vestirme un poco más laboral hoy.

pollera negra por las rodillas, remerita y sandalias.

¿por qué no? un día de seriedad que es casi como un chiste.



nunca encontré la sandalia derecha.

nunca.


acá estoy, despeinada y con zapatos plateados.

trámites

(ayer fui a sacar el dni.

a la tarde, escribí sobre eso, pero estaba muy dormida así que no sé dóndé está ni me acuerdo cómo era.)

sonó el despertador-celular. me levanté, me bañé y me vestí rápido.

bajé del taxi justo donde terminaba la cola.

noche.

me senté en el suelo, adelante, dos chicas y dos chicos de dieciséis años tomaban mate y comían galletitas.

pedí un café con leche al cafetero.

atrás, un adolescente de rulos acompañado por su novia pelirroja que se iba durmiendo, los dos con ojotas blancas.

el de rulos y yo intentábamos leer con muy poca luz.

a las seis menos cuarto nos repartieron los números, la cola ya seguía muy larga detrás mío. pasamos a una sala, nos explicaron que recién comenzaban a atender a las ocho.

más café con leche en el bar de la esquina, cansada de leer, observo a la gente que está en el bar y en la pantalla de crónica.

a las ocho cruzo.

a las diez termino.


cruzo la avenida el sol brilla alto, tengo sueño y un documento en trámite.

miércoles, enero 11, 2006

tormenta en la ruta

es viernes a la noche.
nos encontramos en la puerta de lo de sol.

hace un calor insoportable.

esperamos a que ella y maru vuelvan del súper con las compras. después, distribuimos las bolsas y a nosotros en los autos y salimos en caravana hacia dolores.

somos trece personas en cuatro autos.

apenas salimos a la ruta, empiezan los relámpagos.

son enormes y aclaran el cielo. hay nubes por todos lados.

minutos más tarde empieza la lluvia.

y va aumentando. y se hace cada vez más fuerte.

cierro los ojos y me quedo en silencio.
pero la luz me llega igual, a través de los párpados siento el reflejo de cada rayo.

tengo miedo.

un rato después dejamos atrás la tormenta. llamamos al campo y allá no llueve.

cenamos pastas en chascomús, mesa larga y relatos de los viajes de cada auto.
sí, hubo gritos y llantos.

tomamos café y partimos.

los relámpagos siguen a lo lejos.

ya no llueve.

y adelante se ve una estrella.

casita

el viernes me fui antes del trabajo.
porque sí.
porque es enero y no pasa nada y entonces elijo no almorzar y fugarme a las cuatro y media.
tomo un taxi con aire acondicionado, llego a casa, armo la mochila y voy a merendar con juli.
despedida.
simi, die y yo armamos unas cosas deformes con los daki. no veía un daki desde hace veinte años. siguen siendo iguales, yo siempre los odié un poco, porque no podés construir nada que tenga forma de algo. además son muy fosforescentes. y los tengo asociados a un día que siempre recuerdo. yo estaba en la piecita azul, en lo del zeide y había un nene español, no sé quién era, pero estábamos jugando con los daki.
llegaron los grandes.
“¿qué armaron?”, preguntó alguien.

claro, cómo no iban a preguntar si con esos cosos no se entendía nada lo que habías hecho.

“un bocadillo”, dijo el nene.

“¿y vos?”

“una casilla”, dije yo.

y todos se rieron.

y los odié.

jueves, enero 05, 2006

detrás de un vidrio

ayer llegué a lo de la abuela y subí.

toqué el timbre arriba y esperé.
me quedé ahí, quieta en el palier de entrada que vi mil veces, escuchando apenas vibración del vidrio esmerilado que lo separa del living.
otra vez el timbre, ese sonido que siempre me encantó de chica.

si ponés una mano sobre el vidrio ya no tiembla.

está flojo para que no se raje.

silencio.

me preocupo y busco el celular. adentro, escucho el teléfono.
mi abuela atiende desde la piecita azul, la del fondo. está viendo la tele, pensó que nos encontrábamos el jueves.

me abre. le traje unos aros lindísimos. se los prueba y se los deja hasta que lleguen las chicas, así se los muestra.

después llegan pau, maia y ceci.
charlamos mucho, la abuela nos cuenta como fue su compromiso.

"ahí te ponías el anillo, había fiesta con cena, baile, todo. yo me había hecho un vestido verde, precioso, no sé por qué no lo guardé, todo bordado... y bueno, al año me casé con salo. pero era así, había que hacer todas esas cosas, no como ahora. igual yo no estuve mucho tiempo de novia antes."

más tarde vamos al velorio del abuelo de meli. loyola y algo, en mi cabeza no quiere decir nada hasta que alguien dice "y darwin".

y sí, es ahí, en el mismo lugar donde velaron a salo y supongo que a muchísimos otros zeides. vuelvo a subir la escalera y a ver esos azulejos medio de hospital, abajo está el bar, en la esquina hay una pizzería, ¿no? ¿dónde era la pizzería?

hacía frío, yo tenía el saco marrón y lloraba frente a una pizzería, estoy segura, pablo intentaba explicarme que no estaba de acuerdo con los velorios y yo no entendía de qué me hablaba, por qué se quería ir.

nos quedamos charlando arriba, somos muchas, como siempre. mis amigas.
"yo ya estuve acá", dice juli.

salimos y tomamos un taxi. llego a lo de darío bastante triste, todo se mezcló, mi abuela que no contestaba el timbre, su compromiso con el zeide, el abuelo de meli, el lugar de los velorios de amia, la abuela de meli sentada con sus amigas, triste pero fuerte, la sensación horrible de que algún día no voy a volver a escuchar el zumbido del vidrio esmerilado.

martes, enero 03, 2006

la receta perfecta

primer cena de chicas del año.

amigas, cantidad necesaria.

terraza, una.

noche de verano, una.

champagne y ensalada o elemento de picada, uno cada dos.

lunes, enero 02, 2006

me arde

en el mar había unas aguas vivas chiquitas chiquitas, apenas visibles, como pequeños puntos de gelatina.

no las sentías cuando estabas adentro del agua, pero al salir...

finde

llegué a gesell a las nueve de la noche.

mamá, ana y ani me fueron a buscar. taxi directo a carlitos.

un clásico: medio panqueque de jamón crudo, queso, tomate y palmitos y medio de dulce de leche con azúcar quemada de postre.

después, fuimos al hotel. ya era tarde y estábamos cansadas.
nunca vi tantos estampados juntos. empapelado con edificios, sillones con flores, sábanas celestes con cuadraditos, toallas de todos colores, cuadros de caballos, de pájaros , de montañas nevadas.
la ducha, mínima, no apta para gordos.

sábado. desayuno en la playa.
me metí en el mar.
a veces, mi mamá y su amiga ana pueden ser realmente insoportables.
después de almuerzo ani y yo fuimos a la pile de solchu. después nos fuimos a bañar y cambiar para la cena.

comimos unas cosas riquísimas. la casa de papi es muy linda, bastante retro, con un desnivel redondo en el medio y una chimenea cónica.

después de brindar en el jardín, cruzamos al bosque y fuimos a la playa.

caminamos por la orilla y fuimos a encontrarnos con sol, die, maris y nico.

más tarde, ani y yo volvimos al hotel, con coca-colas y chizitos.