hoy me desperté y todo era hermoso. me quedé dormida, la mañana era fresca, la primer imagen que vi fue un rectángulo luminoso proyectado en la suave oscuridad del cuarto. y desde allí, desde esa alfombra tibia, me miraba mi gata.
me levanté contenta y apurada, me bañé y me puse las zapatillas nuevas, las de gatúbela, y el vestido amarillo de mis diez años. me subí al colectivo repleto, pero el mundo seguía siendo agradable. hasta había un chico muy lindo (demasiado producido tal vez, muy "bond street") parado al lado mío en el doce.
llegué y abrí mis mails. estoy cansada. peleas con pablo. los principios largos pueden ser divertidos, pero los finales son insoportables.
¿¿cuánto falta??
¿es tan fácil cambiarle el humor a alguien? no, no, no quiero que tenga ese poder sobre mí. no pienso permitirlo, hoy vuelve ani y eso es mucho más importante!!!
la merienda en lo de maia ayer fue increíble. hicimos la ronda de la confesión, el momento en que cada una debe contar en qué anda mientras todas las demás la interrogan. es muy divertido y bastante salvaje, sobre todo cuando hablamos todas a la vez. además, nunca se olvidan de nada, no hay forma de escapar ni de ocultar cosas.
deberíamos hacerlo más seguido.
quiero que pase algo que me ponga de buen humor.
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