jueves, agosto 25, 2005

no hay remedio

mi mamá decide hacerme un regalo. después de dos años y medio de convivir con esos tapones de luz a rosca, de la época colonial, un electricista pondrá algo más moderno y seguro. así, cuando los gatos me tiren el televisor al suelo, al menos mi casa no estallará.

es un buen punto y un motivo menos de incendio.

nos encontramos a desayunar, justo hoy. me espera en el bar del gimnasio para que le de las llaves de mi casa, llego apurada y con aspecto de zombie multicolor. pido un café con leche y medialunas, charlamos un rato. me voy, ya casi son las diez, tengo que ir a trabajar.

soy la primera, ayer me fui última.

suena el teléfono, atiendo: "loli, no me diste las llaves".

2 comentarios:

palíndromes dijo...

Naaahh.... que laura que sos!!!

Martín H dijo...

cabeza de novia, diría mi abuela.