siempre me impresionó como, a veces, la aparición de un recuerdo en un lugar determinado lo amalgama con ese lugar y la evocación se repite una y otra vez.
juan martín es un amigo de la secundaria que ahora nada en el andarivel de al lado. cuando terminamos la secundaria dejé de verlo y años después lo reencontré varias veces en la nave de los sueños.
en esa época íbamos mucho los viernes por la noche. un día, yo estaba tomando un vino con pablo, sentados en un sillón, y empezó a sonar su disco. fue muy raro, no conocíamos a nadie allí y él apenas había hecho unos disquitos caseros que poca gente tenía. fue increíble cuando reconocimos los primeros acordes, una sensación muy extraña, alegría, sorpresa.
es algo que yo hacía mucho no recordaba y que apareció un día, en la pileta, después de ver a juan martín. y ahora varias veces me encuentro pensando en eso.
pero no en cualquier momento, sólo en los largos de vuelta, nunca en los de ida.
lunes, agosto 08, 2005
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