la verdad es que tengo un malhumor bastante grande hoy.
empezó a la mañana, cuando lo único que quería era seguir durmiendo y tuve que levantarme, bañarme y salir con el pelo mojado al día frío, al colectivo lleno.
luego, llegaron mil revistas, me acerqué a avisarles a los seis hombres que estaban reunidos en la sala y ninguno movió un dedo. las entré, las dejé en la escalera y volví a la sala "las revistas están en la escalera, si las quieren ver..."
"estamos hablando de algo muy importante", dijo martín, mientras yo me enfurecía levemente.
"problema suyo, yo no pienso subir las revistas, sólo eso".
y sí, no fue sutil, lo sé.
pero los odié bastante. ¿de qué sirve ser la única chica si nadie es capaz de cargar una revista?
después merendé dos mil galletitas de lino (sí, soy un bajón) y ahora me duele la panza.
mientras escribía esto, vino martín a decirme que estaban en un momento difícil y marcelo dijo que no entendió que había que entrar los paquetes.
y yo grité un poco.
y después se suponía que se me pase.
pero no.
peor. me dieron ganas de llorar.
como cuando los bebés lloran y lloran porque tienen sueño y no pueden dormir.
y todavía me quedan sobres por armar y una reunión.
segunda interrupción, die me dijo que tal vez él y simi me invitan a acompañarlos al teatro el fin de semana.
eso mejora las cosas.
y tal vez a la noche venga nati a usar mi ducha, hacer competencia de quién esta peor vestida y a escribir.
creo que ya casi estoy contenta otra vez.
miércoles, julio 06, 2005
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3 comentarios:
qué lindo es tu blog, quisiera tomarme una pastilla y ver el mundo como vos.
lau,
los bebés lloran para llamar la atención de sus padres y para que los vengan a ayudar.
besi
nc
yo prefiero enfurecerme seguido y que se me pase rápido. Peor esos que acumulan y después se vuelven asesinos en serie, violadores y psicópatas. funciona así no?
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