así como mayo y junio fueron meses aburridos e interminables, julio es todo felicidad.
raro para mí que odio el invierno.
como dije antes, en julio vino juli y se quedá acá diez días más.
también está hernán. todavía no lo vi, pero supongo que cenaremos este fin de semana.
después es el festival de poesía, cuatro días de escuchar lecturas, ver gente, cenar afuera y tomar mucho vino. "cenas con poetas borrachos", diría van.
"el que esté libre de pecado...", agregaría yo.
no va a ser lo mismo con julia tan lejos. pero brindaremos por ella.
debería enseñarnos a brindar en esloveno.
y después, apenas el festival termina, llega tiago.
ni juli ni tiago van estar en buenos aires cuando yo lea.
pero para mí va a ser como si estuvieran ahí.
miércoles, julio 06, 2005
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