miércoles, septiembre 14, 2005

se desinflan las gomas y ya

el colectivo no llega nunca.

subo al taxi.

bajo el puente de anchorena, un camión atorado.
"¿cómo lo sacan?", pregunto.
"con una grúa, lo rompen", me dice el taxista.

frente al abasto, autos y una multitud parada, un chico con un fierro amenaza a un policía, otro chico corre, un tipo mueve las manos sin parar. "le pegó al cana", dice el taxista. imagino la cara llena de sangre, pero no se ve nada.

antes de llegar, llamo a mi hermana, le pido que me espere en la esquina con tres pesos, no me alcanza la plata. me espera en cualquier lado. estoy sentada en el taxi por un rato sin saber qué hacer. llega, le grito, se va corriendo. me deja tres pesos, pero me faltan cincuenta centavos. le grito más. las dos corremos. le grito otra vez, me tropiezo con el escalón de entrada.
debo tener cara de loca, tengo un malhumor terrible.

"no, no tuve un mal día", le digo.

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