martes, mayo 23, 2006

cinco minutos

todo el tiempo deberías estar haciendo algo, así, vas a estar toda la tarde cargando la comida de los gatos y una cera para el piso, buscando una cerrajería para hacer esas copias de las llaves que nunca hacés, mientras pensás cómo vas a empezar la respuesta a las preguntas del parcial. por más en vano que sea, ponés el despertador una hora antes cada mañana, a ver si llegás a desgrabar algo del casete o corrés en la cinta o, no sé, simplemente te quedás mirando el techo, pensando que hace frío y estás cansada y qué fiaca salir de la cama calentita, correr al caloventor, encenderlo, poner la tele, ver la temperatura y empezar a pensar en el té, el baño y la ropa que te podés poner porque, ¿cómo habrás pasado el último invierno? ¿qué se ponía uno? remera, polera, sweater y abrigo negro, aprender a abrigarse otra vez, cada año. la ropa cuelga en el patio, pero ni da sacarla. algo te dio alergia y pica la cara. se acabo el alimento de los gatos, se acabaron las piedritas sanitarias, se acabó el papel higiénico. qué importa. tampoco hay queso ni galletitas, ni yerba para el mate. hay té. té verde y té de miel, té de jazmín, común, de menta, de boldo, de hierbas varias y té de vainilla.

en estos días casi todo es leer.
corregir la revista, leer para el examen, leer el libro para la tutoría, leer los poemas de las chicas para el miércoles.

y escribir escribir escribir escribir.

1 comentario:

marina k dijo...

son lindos esos días de leer y escribir mucho.
disfrute.