después de leer a juli y tiago no pude evitar pensar en mi domingo. fue un día muy extraño. me desperté en la quinta de nacho, el novio de ceci. fue un día de mucho sol, casi todos nos levantamos temprano, desayunamos en el pasto y nos metimos en la pile.
nico preparó un desayuno con huevos revueltos y jamón. fumamos todo el día y almorzamos un riquísimo asado.
el atardecer nos fue cubriendo mientras cantábamos acompañados de la guitarra.
después se hizo de noche.
por el parque se veían las lucecitas titilantes de las luciérnagas.
entonces guardamos todo, cerramos las ventanas, volvimos a ponernos zapatillas y nos repartimos en los autos.
maru y nico tenían un cumple. había muchos autos en el camino, llegamos después de las diez. me bajé del auto con sebas en palermo. mi cumpleaños se iba acercando y no sabía qué hacer. llegó la angustia del anochecer. sebas me ofreció que fuera a su casa y llame a las chicas desde ahí para verlas.
apenas entramos se enteró de la muerte del perro de su tía y se puso a hablar por teléfono. salí al balcón, los minutos pasaban, ya eran más de las once.
llamé a mi mamá y a juli s., todos estaban con fiaca y mirando los oscars. nadie parecía querer moverse. sentí que el tiempo se había detenido minutos antes de mi cumpleaños.
me quedé así, paralizada.
sebas me propuso dejar la angustia de lado, tomar una cerveza y mirar la transmisión de los premios.
y eso hicimos, hasta que sonó el celular avisando que eran las doce y papá quería saludarme.
así terminó mi domingo.
y así empezó mi cumpleaños.
jueves, marzo 03, 2005
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