ayer llegué al bar a encontrarme con diego j.
y fue el comienzo del fin de las predicciones.
estaba raro, sin barba ni bigote y con el pelo para atrás.
parecía un niño viejo.
parecía recién salido del agua.
tomaba un licuado de algo, me pedí una coca light y tratamos de mantener una conversación. nunca tan aburrido. ¡pensar que en algún momento nos divertimos mucho!
a los quince minutos me dijo que se tenía que ir.
borges y macedonio se quedaron.
a la noche tampoco hubo cine. cena en la colonia con sebas, maru, nico, ceci, nacho, pau y lucas. muy rico, comida casera y barata.
la angustia se perdió por ahí.
me tengo que ir, mi hermana me espera para tomar el té y mostrarme un corto que hizo con unos poemas míos.
filmó partes en un acuario (muchas peceras en una semana si cuento buscando a nemo). me muero de curiosidad, así que parto veloz rumbo a su hogar. sólo quería confirmar que mis planes nunca funcionan del todo. y está bien.
jueves, marzo 10, 2005
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