viernes, agosto 18, 2006

what a wonderful world

hay que correr porque alguien nos persigue, las puertas se cierran rápido y ya no pueden abrirse. todo está oscuro. estamos en un velorio o algo así. el caloventor esta vez se derritió fuera del sueño, el enchufe y el triple quedaron pegados como si fueran uno.
no se puede volver atrás.


el día estalla de tanta luz.

almuerzo con solchu en un bar de grandes ventanales y me pregunto cómo hay veces que el cielo entiende tan bien nuestro estado de ánimo.

5 comentarios:

marina k dijo...

eso del caloventor me pasó a mí también... es propiedad de esos artefactos o que?

rivera dijo...

sera q somos parte de todo? y por eso a veces, nos reconocemos.

Anónimo dijo...

asegurate de usar siempre triples y adaptadores de 10 amperios (que digan 10A), esos aguantan hasta 2200 watts

Anónimo dijo...

¿cómo está solchu lau?. Ya sé que se lo puedo preguntar a ella, pero te lo quiero preguntar a vos. ¿cómo está?.
Abrazo.

Anónimo dijo...

Los caloventores, tienen una vida útil muy corta, son como las mariposas del acondicionamiento calefaccional.
Si los seguimos comprando será porque son baratos, de dimensiones poco molestas y estéticamente casi tiernos. Además el tipo de calor que dan, ideal para pequeños ambientes, como el baño por ejemplo.