jueves, noviembre 02, 2006

23 de octubre

está la ciudad, todo el tiempo. diría que charly es buenos aires. que el sonido de esta ciudad es charly. quiero decir, hay dos cosas, primero no bombardeen buenos aires. y ahora palermo bagdad y escuchar las sirenas y el planeta estallando. hay fuego, hubo fuego. dos pisos arriba de mi casa, cuando un enchufe hizo cortocircuito – y mi idea de "tiene un trip(le) en el bocho..." como algo que con una pequeña chispa se enciende-.
la esquina de santa fé y coronel díaz. un pozo enfrente y un shopping que crece hasta por las noches. los obreros trabajan sin parar. hay ruidos. te veo bajar del ascensor, veo tus zapatos negros y amarillos, es mi cumpleaños y no sabés pero me saludás con un beso y es un regalo. después, mucho después, en una terraza en ese palermo desvastado, es verano y entre cervezas escuchamos rehén por primera vez. el calor y el fin del mundo van juntos. estoy convencida, todo tiene que terminar en verano. por eso estábamos en esa terraza como si fuéramos realmente jóvenes y hermosos y el mundo fuera nuestro, si es que algo quedaba.
un techo cae cuando se van los bomberos, la pintura se abre, se llevan las cosas como un río. zoca salió en toalla, estaba sola. yo no sé nada de mí en ese tiempo. mi viejo me fue a buscar y me contó. agua y fuego. a dónde me fue a buscar, a nadie le importa y a mí menos, total el sol entra por la ventana y bailamos una coreografía de raros peinados nuevos a todo volumen en el living.
"a veces escucho mis discos desde el ascensor".

a veces sonaba el piano en la oscuridad, a la noche, tarde.

todo es como un sueño, estamos llegando a un recital y tiran piedras, nos escondemos en un rincón de un bar al que la gente trata de entrar por la ventana. el dueño cierra todo, tengo miedo y apenas puedo ver desde tan abajo. nos volvemos, no se puede seguir ahí. pasa la limousine y se escucha un grito "hola vecinos".

nunca pude dormir.

y el piano ahí en lo alto.

es el verano de la navidad en el roxy. esta navidad es blanca, vinimos en una trafic que transporta harina y somos como nubes que cantan anhedonia bajo un charly plateado sobre plateado. pienso en la mudanza, hace tiempo, te dejé un teclado horrible escondido como un tesoro en un placard. y sé que lo encontraste.
"lo toco cuando quiero que la gente se vaya, tiene un sonido insoportable".
el casete no funciona porque perdió la esponjita, se escucha como si estuviera lejos, en otro mundo, como si las voces se fueran debilitando con el paso del tiempo. pero ahora estamos acá, cantando esto y lo demás no existe. y cuando termine vamos a salir y caminar por los bosques mientras sale el sol. vamos a caminar por esta ciudad y las canciones van a estar en todas las calles. siempre.
y qué puedo decir de charly, pienso mientras voy con rock and roll yo en los auriculares y las bocinas de afuera y las ametralladoras de adentro todo sonando a la vez, como una gran orquesta. cómo hablar de él. cómo hablar de esto que hace que todo sea música, las sirenas, las bombas, todo lo que se suma y se abre para volver a empezar, que hace que diga que para aburrirme prefiero sufrir, prenderme fuego, cantar a los gritos anhedonia y esperar a que todo estalle una vez más.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Iba manejando un auto, lejos lejos. Alguien puso filosofía barata y pensé que me hubiera gustado darte zapatos de goma aquel día que llovió tanto y tus zapatos estaban rotos. Y cuando escuché el principio de “curitas”, me tuve que poner los lentes negros para que los demás no me vieran llover a mí también, porque cuando llueve con caramelitos, ya se sabe...
En esta ciudad no hay oráculo y, lo que es peor, no hay afinador, cómo puedo nunca cantar a charly.

perro de aguas dijo...

el oráculo diría que no peito dos desafinados também bate um coraçao.

así que hay que seguir cantando.

cantando bajo la lluvia si es necesario.

perro de aguas dijo...
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Anónimo dijo...

uuuuuuuuuuuu, antonio carlos, qué grande que sos ll, el verdadero y único oráculo sos vos, no dejás de sorprenderme... para seguir con el maestro garcía: "estoy hasta las manos, pero sin dormir"