martes, junio 27, 2006

invierno

no salir. viernes con fiebre. en el supermercado hay descuento. voy a comprar verduras, me llevo un secador de pelo y un brie. papá viene a desayunar el sábado a la mañana. me deja con un taxi en lo de mamá. en un momento es de noche y estoy escribiendo un parcial con un camisón floreado de mi abuela. mientras la gente sale, baila, se divierte. yo pienso en shlovski y un río que corre y atraviesa rusia.

domingo helado. taxi a mi casa. antes compro esmaltes y reparador de puntas. compro cosas inútiles para reparar mi aburrimiento.

ajmátova. té con amigas. y otro taxi.

desde el séptimo piso, el cielo está raro. negro arriba, gris abajo y en el medio una franja blanca y luminosa. aurora boreal. el frío afuera es enorme.
y todavía no sé que, a la mañana cuando me levante, el cielo va estar plomizo y voy a desear con todas mis fuerzas que nieve. que caigan millones de copos, que la calle esté blanca como la veía ajmátova, que no haya clases, quedarme en la cama y cada tanto acercarme a la ventana a ver cómo los chicos juegan a tirarse bolas en la vereda.

viernes, junio 23, 2006

some tension

en la oficina de al lado hay una regla que tiene un stressometer, es un cuadradito negro donde apoyás el pulgar y según el color que te sale podés ver cuán stressado estás.
azul es calm, verde normal, naranja some tension, y negro tense. o algo parecido.
me salieron todos los colores menos un azul pleno, como mucho un verde azulado alguna vez y bastante naranja.

ayer me sentía mal. hoy sigo igual.
duele la cabeza, los ojos arden. la temperatura llega a los 36.9 y no se decide.
termómetro antes de salir. no puedo faltar al trabajo si no llega a 37.2, si la gripe no se asoma, las rodillas no duelen y la fiebre no se presenta como esa sensación de miles de pinches en el antebrazo, la mano semidormida que quiere agarrar algo que parece grande y luego se esfuma entre los dedos como arena.

los días del termómetro mágico. era de un papel medio plástico, negro, parecido al de la reglita del stressometer. lo apoyabas sobre la frente y si tenías fiebre aparecía, en verde azulado, la palabra"sí".
y entonces la novalgina muy dulce, que te tapen y te lleven la sopa a la cama, llamar a cualquier hora para pedir agua, cuentos, canciones, libros para pintar.

martes, junio 20, 2006

surtido

***

lo que no


soñé con el día anterior y con el día después del sueño. los mismos lugares pero en situaciones extrañas, imposibles.

papá llegaba al almuerzo con el zeide y la abuela.
los estábamos esperando en el living.
“llegamos tarde porque el abuelo estuvo un tiempo ausente”, decía ella
él estaba en silencio y sonreía.

nos sentábamos los seis a comer.


estaba acostada en la cama de e.r. mirando tele, él se daba vuelta y me decía “quiero que vivamos juntos”


me desperté, el cielo estaba gris y me fui a almorzar.


***


el zeide


i
hay tanto azul acá
parece un mar
mucho más pequeño
que la tierra. veo a mi abuelo
y su pincel, los ojos
casi cerrados; aparecen
esos puntos blancos que bailan
cuando la vista se queda
fija en al aire. todo el silencio
está ahí, como las palabras
de quien habló mucho. ahora
la ventana en mi cuarto,
inmensa guarda
la canción
de su espacio.

ii
el zeide, el zeide. una forma
de uso exclusivo que esconde
un nombre largo, el perfume
francés de su casa y un estante
con ruido a seda. pensaron
en los ahorros como
una herencia para el ocio
de hijos y nietos. no. el zeide
no dejó nada
de lo esperado. el zeide dejó
todos los paisajes.

iii
primero llegaron los techos,
cúpulas y los colores de un lugar
que no visité. la promesa
del viaje quedó
en ese cielo. ayer
la abuela vino sola,
los labios pintados y los dedos
llenos de anillos. siempre linda,
la abuela y sus sacones, la abuela
y sus ojos
grises como un cuadro.

iv
busco en el lugar
más pequeño, el zeide
como un cuadrado más
dentro de un plano. allí
nos perdemos hasta dejar
piedras y flores. hoy
es domingo y la lluvia
baja suave sobre la abuela, vemos
las letras apenas grabadas.
por primera vez
ella habla, le duele
lo blanco de este tiempo.

v
con la primavera volvían, juntos
ordenaban regalos sobre la cama
hasta llegar a diez. era
el número perfecto
en esas mañanas. en ezeiza
yo imaginaba los juguetes
aun desconocidos que más tarde
se descubrían entre la ropa. entonces
perdieron un bolso, el misterio
de lo que nunca llegó
todavía nos persigue.


***

chiquita


papá y elen vienen del supermercado con la abuela. tomi y yo fumamos un cigarrillo en el cuarto mientras los esperamos.
minutos más tarde, los cinco charlamos en la cocina.
la abuela me cuenta:

-una vez estaba tomando un café con tu abuelo en la piazza del popolo y lo vi pasar a vittorio gassman.

-¿y qué hiciste?

-me enamoré

viernes, junio 16, 2006

y traigan cerveza

entrar al mediodía, después de caminar por santa fé dudando si decirle sí o no a la bombacha celeste y blanca. casi no llegan mails, el teléfono no suena, escuchamos ramones al mango, tomamos mate y hablamos pavadas. hay sol y es casi como feriado. la gente sonríe, estamos contentos.

vengan todos a bailar a mi oficina.
hey ho let´s go!

miércoles, junio 14, 2006

encuentre las 7 diferencias

ayer fuimos nueve en mi living.

almohadón en el suelo y otra vez palabras que vuelven a mi cabeza:

hoy me quedo, la casa
me atrapa y golpea
cada parte con furia. encuentro
algo en esos restos, el día
en que no había nada
o sólo espacio. estaba
junto a la ventana y más allá
los gritos. imaginé
tu llegada, la cara roja
por la sangre. después entraste
impecable, yo parada en el medio
con el susto
de las primeras noches.


cómo puede ser que nunca haya vuelto a sentarme ahí, la espalda apoyada en el vidrio, el frío que en invierno pasa entre las rendijas. no repetir un movimiento, un lugar. la vista es otra. un día no había nada, ahora hay tres sillones, una mesa y dos gatos. estoy con ocho personas, no leo desayuno en tiffanys, ni lloro. lo más parecido a la sangre es mi esmalte rojo.

y nadie pelea en mi vereda.

lunes, junio 12, 2006

estamos en el aire

sábado. siete chicas mirando el partido. increíble merienda en la mesa, comentarios absurdos, gritos, abrazos, cantitos.
fui vestida de naranja. no podés tener la remera del contrincante. por primera vez en mi vida, me puse la camiseta de argentina.
imágenes mezcladas, llegar por mar, una playa de arena blanca como el marfil, negros negros que se acercan con túnicas a recibirte y el jardín botánico de la foto que me mandó mi penfriend de cote d´ivoire hace mil años, karamoko idrissa, su papá tenía muchas mujeres. le envié una revista de maradona porque era fanático y no volvimos a escribirnos.

fiesta.

domingo. fiaca.
ni una nube en el cielo.
todo el día de la cama al living.

hoy. que vengan de a uno todos los cadetes. nada puede empañar mi buen humor. no se esfuercen.
ni se asusten si me río sola.

jueves, junio 08, 2006

rutina

llueve sin parar. me doy cuenta de que no tengo nada para decir. trato de concentrarme en algo que no sea el cadete. pero no puedo dejar de pensar que llegó a las 12:15 en lugar de las 10:30, que no se hizo cargo y bajó a hacerse un café y que ahora habla por teléfono. qué me importa lo que haga, al final me enojo porque yo sí estoy acá desde las 10, pero si él se queda durmiendo mientras afuera llueve, que sea feliz. bastaaaaaaa. hoy todo me fastidia, creo que es la humedad, el día gris. un día nos peleamos, no me acuerdo por qué, pero yo grité y después él me llamó para pedirme disculpas y decirme que me quería. eso me mató. así que ya, que se lleve los sobres y listo, ya bastante embole es tener que andar de un lado a otro con este día.

cosas para hoy:

-evitar el mal humor.
-tomar mate.
-prender el primer cigarrillo del día.
-cantar, todos juntos, el tema de secretaria ejecutiva.

miércoles, junio 07, 2006

cenizas y diamantes

presentaban un cd de homenaje a don cornelio. font llamó para invitarnos y fuimos.
empanadas y vino, poca luz y algunas personas dando vueltas. ani y yo primero hacia la barra, en el camino, pablo y volco. ya sabía, estaba preparada, pero con un vinito me siento mejor. charlamos, escuchamos el disco.
estoy bien, cómoda, de muy buen humor. llegan los cornelios, de sorpresa y tocan. es la primera vez en mi vida que los veo. pablo se tiene que ir, nos despedimos: “antes de venir, el gato tiró en mi cabeza las fotos de año nuevo, le grité, pero ahora entiendo todo, son de esa noche que cantamos ese disco hasta las ocho de la mañana”, “¿las del teclado, en lo de tu viejo?”, “sí, era una señal, una señal de que iban a tocar hoy”. el alcohol me hace ver que todo quiere decir algo. optimismo tonto. apenas sale empiezan con ella vendrá. “¿te acordás de cuando llegábamos a pop city y siempre te pedíamos este tema y que saltábamos y saltábamos sin parar?”, le comento a font mientras siento que pasó un siglo.

bailo con ani en el medio de la pista. somos las únicas y el barman nos regala una cerveza, todo parece genial y recién es martes.

en la cama y con la luz apagada estiro al máximo el cable del teléfono y antes de dormirme hablo un rato sobre la catedral de koln, el techo vidriado de la estación de trenes, la posibilidad de saltearse un día de trabajo y mirar el cielo por la ventana durante toda la tarde.

perro dorado

es domingo, recién son las diez de la mañana y una manicura ucraniana me pinta las uñas de rojo. ella piensa que me quedaría mejor algo más claro, pero acepta el rojo sangre mientras me cuenta cómo es odessa. abris la ventana y la ciudad es una alfombra verde. hay árboles y árboles y árboles, por todos lados. voy a ir. voy a ir con mi papá y mi hermano. no sé cuándo. ella dice que debería encontrar a alguien que me enseñe un poco de ruso y después ir a estudiar, no hay que dejar que se pierda el idioma ni el apellido, por suerte tenés un hermano varón.

llego a casa. vestido blanco y negro, pseudo estola de piel blanca y sintética, saco de terciopelo, guantes blancos. me siento minnie mouse.

ayer en lo de e.r., tirados en un sillón, hablamos de las familias. y por primera vez en años, tuve un recuerdo de mi abuelo. siempre me acuerdo de él, pero a veces, cuando pienso en la gente que murió, me vienen unos recuerdos superficiales, medio de cartón, el sábado fue diferente, una voz, un perfume, una frase suelta, el movimiento de una mano, la sonrisa: todo a la vez.

en la fiesta ponen un video. fotos de lu bebita, de lu al año, a los dos, a los tres... y nosotros alrededor. mi tía y sus rulos, mi tío, la abuela chiquita, papi, elen y su peinado ochentoso, tomi hecho un nene, yo con el pelo larguísimo y un jean bordó, todos juntos ahora, hace una semana con nuestras caras 2006. y el zeide, el zeide más joven, el zeide ya grande. pero en ninguna el zeide enfermo, en todas el zeide sonriente, jugando con su nieta.

lu está hermosa, alta, flaca con un vestido verde agua. bailamos, comemos, prendemos la vela de “ellos son los más locos de mi familia”, lu habla del asado y el humor de papá, de la comida y la ropa de elen, de las charlas con tomi y de mi prima más grande que me llevaba a la bond y siempre viene a cenar y nos cuenta sus historias amorosas. que venga un marciano y me lleve. soy la representante de la generación intermedia en todo este salón, en las cintas me saco un snoopy. buena señal, mi personaje preferido. prefiero un perro que un anillo.

vuelvo a casa en un taxi con pau y tomi, se van al cine y yo llego y me meto en la cama con una botella de agua y cuando harry conoció a sally. por un rato estoy triste, algo borracha, cansada, sola. quiero hablar por teléfono y no lo hago. pero entonces suena y es e.r. y hablamos largo rato con harry y sally detenidos en la mesa de un bar.

termina la semana, me duele mucho la cabeza y me voy a dormir feliz otra vez.

lunes, mayo 29, 2006

definitivamente, odio los lunes.

lucho me dejó unos virginia slims, que me parecen bastante desagradables, con esa cosa de "cigarrillo de mina", pero medio grasa. no sé. cómo vas a fumar eso, claro, eso díría de alguien que los fumara en serio, pero como sólo me los fui fumando desesperadamente a lo largo de la madrugada mientras escribía con un teclado demente que ponía "sd" en lugar de "s" y "xc" y "we" en vez de "c" y "e" respectivamente, ya me daba lo mismo cualquier cosa.

este fin de semana no existió, me gustaría por favor que me lo devuelvan, y rápido porque estoy cansada. no sé si alguien lo vio, o si se lo quedaron los futuristas o tal vez los simbolistas, pero de descanso y diversión tuvo bastante poco.

sólo estudiar y comer sin parar. comida china, japonesa, tortas, empanadas, ravioles de salmón en tinta de calamar, chocolinas.

cumpleaños y almuerzos con la familia viernes y domingo.

y la sensación de cosas pendientes que se van acumulando y acumulando en tu cabeza a lo largo de cada día.

mucho sueño

me duermo sentada frente a la máquina. ya intenté apoyar los brazos en el escritorio y la cabeza arriba, pero no puedo dormir acá. ayer escribí una pregunta de un examen y a las cuatro de la mañana se me borró una parte. volvi a escribirlo con la sensación de que nunca iba a quedar igual, pero no importaba porque ninguna de las dos veces fue una genialidad lo que hice. a las cinco encontré el documento recuperado. no eran iguales claro, pero ninguna era mejor que nada.
me fui a dormir por tres horas y media.

hace unos días soñé con vos, juli, habías venido a bs as sin avisar, yo volvía de una institución judía donde iba a hacer un curso y te veía a vos sentada en una mesa de un bar, en una avenida, chapando de incógnito con nico mateo.
fue la misma noche en la que soñé que iba caminado por san telmo en short y cargando el banco de mi piano y me encontraba a pablo y la orquesta tocando en una plaza de la boca donde un enero vi a los bomberos voluntarios disfrazados de reyes magos repartiendo regalos.

martes, mayo 23, 2006

cinco minutos

todo el tiempo deberías estar haciendo algo, así, vas a estar toda la tarde cargando la comida de los gatos y una cera para el piso, buscando una cerrajería para hacer esas copias de las llaves que nunca hacés, mientras pensás cómo vas a empezar la respuesta a las preguntas del parcial. por más en vano que sea, ponés el despertador una hora antes cada mañana, a ver si llegás a desgrabar algo del casete o corrés en la cinta o, no sé, simplemente te quedás mirando el techo, pensando que hace frío y estás cansada y qué fiaca salir de la cama calentita, correr al caloventor, encenderlo, poner la tele, ver la temperatura y empezar a pensar en el té, el baño y la ropa que te podés poner porque, ¿cómo habrás pasado el último invierno? ¿qué se ponía uno? remera, polera, sweater y abrigo negro, aprender a abrigarse otra vez, cada año. la ropa cuelga en el patio, pero ni da sacarla. algo te dio alergia y pica la cara. se acabo el alimento de los gatos, se acabaron las piedritas sanitarias, se acabó el papel higiénico. qué importa. tampoco hay queso ni galletitas, ni yerba para el mate. hay té. té verde y té de miel, té de jazmín, común, de menta, de boldo, de hierbas varias y té de vainilla.

en estos días casi todo es leer.
corregir la revista, leer para el examen, leer el libro para la tutoría, leer los poemas de las chicas para el miércoles.

y escribir escribir escribir escribir.

magical mystery tour

después de algunas horas en auto, cuatro argentinas, un esloveno, llegamos al hotel.
aprendí a decir gato, pero no me sale muy bien, mutchka, había uno blanco y negro en el estacionamiento. su pelo se parecía a mi cartera. nos cambiamos y fuimos al lugar de la lectura, miguel ya estaba ahí, sentado con una cerveza.
un bar, luz blanca, pizza. se fue llenando de gente, varias mesas grandes.
un micrófono.
leímos, leyeron. después las mesas se corrieron, y la luz blanca cambió por muchos colores intermitentes. bailamos a lo loco. cualquier cosa, todo. cantando lo que sabíamos y lo que no. con mucha cerveza y cerveza de por medio. después, dos bares, berlín y luna, todo era cerca, creo. había una carpa en la calle. la noche era para reírse. hasta casi pelear con unos pibes en el tercer lugar donde terminamos.

y más tarde, buscar los libros que había dejado olvidados y perderse borrachos por las calles de una ciudad casi desconocida.



***

¿bajamos a desayunar? escucho una voz que me dice, pero no sé dónde estoy. rosario, mucho sol en la habitación. dale vamos, abro los ojos, me duele la cabeza, ya recordé. me visto con el pijama abajo, si ese short puede llamarse pijama, no sé. café con leche y medialunas. saco el pasaje. almuerzo sola en el macdonalds de la terminal, tiene una terracita al sol, el día se siente bien a pesar de la resaca. agua mineral y alfajores para mi jefe.
las ventanas del micro son enormes, afuera están todos los colores, árboles en pleno proceso de otoño, todos los naranjas, amarillos, beiges, marrones.

y todos todos los verdes.

no puedo dormir con tanto para ver, acá y allá algunas manchitas rojas de los plumeritos y los tomatitos venenosos. así les decíamos en la quinta, mi hermana más grande se comió uno pero no le pasó nada. tuvimos miedo y le dolió la panza, igual no le contamos a nadie.

los mejores son esos árboles que tienen las hojas verdes pero ya rojizas en la punta, como un pájaro raro de plumas tornasoladas.

carla bruni, calamaro, nick drake.

todo brilla hoy.

miércoles, mayo 17, 2006

plato del día

estoy tan cansada todo el tiempo.

salgo sin campera a buscar mi almuerzo. no hace frío y me gusta ver el brillo de las calles en esta época del año.

todo está como dormido. pero soy yo. la realidad es que las cosas siguen igual, los autos, el tipo que me vende la comida, los negocios abiertos.

cambio el menú a ver qué pasa, sorrentinos integrales de ricota y verdura. en el microondas son una masa cuadrada que conserva la forma de la bandeja que los contenía. y siguen igual ante el calor, un bloque de color indefinido, grisáceo, con su salsa roja encima.


todos los mediodías como lo mismo y no me aburro -arroz integral, tomate, zanahoria, atún y huevo.

lo que me aburre está en otra parte.

moet chandon

cuando todo terminó, después de las copas de vino y los canapés, subimos las cosas para ir hacia lo de julia.
nuevo mensaje de voz:
“allá deben ser las seis de la tarde, acá, en parís, son las diez. ya estamos por abrir el champagne para brindar como si estuviéramos en la presentación, ojalá que todo salga lindo, te queremos mucho y te extrañamos, elen te manda un beso enorme”, decía mi papá en el teléfono.

unos minutos antes, yo creí escuchar su voz entre la gente, lo busqué entre las caras conocidas, lo imaginé brindando y charlando con mis amigos, como siempre.

lunes, mayo 15, 2006

el asadito

sábado en lo de maris.
estoy tranquila.
llevo en mi mochila un pategrás, un leberwust, tostadas con orégano, un filadelfia y una coca light en la mano.
podría irme a un campo y extender un mantel a cuadros, pero el plan es terraza.

el día está claro y luminoso, puedo ver a través como si todo fuera celeste y amarillo.


me siento en una lugar que conservo todo el mediodía.

charlamos. comemos. fumamos.

y vuelve una tristeza muy grande otra vez. me quiero ir y me quiero quedar. me pregunto cuándo va a terminar el choque de planetas.

me voy casi primera.

al menos hay sol y algunas cosas quedan mientras me pongo los anteojos negros en el 39 hasta casa.

hoy, lunes

Gog y Magog ediciones presenta:


Metulji/mariposas, de Brane Mozetič
Impresos en rojo, de Karina Macció
Antología de poesía eslovena contemporánea

Músicos invitados: Quatre M, música antigua.

Lunes 15 de mayo 19hs.
Sala Solidaridad, Centro Cultural de la Cooperación
Corrientes 1543

jueves, mayo 11, 2006

lo que queda de ayer

ayer en el malba presentación de un libro. tocaba alvy singer. una cerveza antes de entrar, copas de vino al salir. alvy y su mini van fueron la señal de que todo podía estar mejor al menos un rato. me reí mucho. mai y sol se fueron, me quedé esperando a ani. caminamos y subimos al 110. en una de esas parrillas pasillo medio trash, con varios tipos mirando un partido y haciendo "uuuuh" "ooooh" con cada jugada, cenamos bondiola, cerveza y papas fritas. increíble, volvería una y otra vez. por ahí el miércoles que viene. no sé.
llegamos al lugar y estamos en la lista, bicicletas ya empezó. ani compra un balde de cerveza, parece que nunca baja, siempre se ve lleno, pero es mentira, lo juro, mi dolor de cabeza de hoy da pruebas de eso. hablamos con amigos. el tema se repite. sol en el malba contando que alvy hizo el disco porque su novia le rompió el corazón, que es verdad, posta. yo sugiero que por ahí él era un jodido igual. finalmente no se entiende por qué, pero siempre te gustan los que están arriba del escenario. a mí no me importa, yo no quiero, andá a cantarle tu cancioncita a otro. aunque no valga generalizar.
después, horas más tarde, un amigo dice: me separé, los músicos somos tremendos.
sí, es verdad, le contesto, pero yo también soy difícil.

a la salida, todos siguen charlando alrededor de un auto, dudamos si seguir en otro lado. por suerte, me queda un pequeño resto de sentido común después del segundo balde de cerveza. vamos ani, es cualquiera ya.
en casa, té con porteñitas y la cama con las sábanas recién puestas. elijo un disco, los covers de calamaro en el salmón, suena como adentro de un frasco, intento con bowie, pero también está encerrado en algun lugar chiquito y lejano. podría ser mi cabeza. pero creo que no, que es mi equipo que se retiró de las pistas. aunque en mi cabeza hoy todo suena parecido.

minutos después, sueño con el trabajo.

y me levanto cantando un tema que escuché ayer.

miércoles, mayo 10, 2006

miércoles

tal vez nunca tengo nada qué decir acá, pero escribo igual. a veces, a veces no. hoy estoy básicamente aburrida y maravillada con el sol que entra por la ventana. no parece mayo, eso dicen el noticiero "otra noche templada, bastante cálida para este mes de mayo". ojalá te dure. odio el invierno. el desorden en la oficina me está superando y no tengo fuerzas para hacer algo en contra de eso. en mi casa es distinto, llevé ropa a la tintorería, me compré una caja para las bufandas, regalé toda la ropa que no uso.
igual me siento perdida.
pero por algún lugar hay que empezar.
en la cena de ayer, bien dos de seis. buenas noticias. cosas lindas. y locuras varias: que me habló un poco frío por msn, que mañana me tomo un café con mi ex, que le puse un ultimatum a mi novio y no reacciona, que no sé ni lo que me pasa pero estoy triste.
no me banco sex in the city, no lo soporto, pero las cenas con mis amigas son algo increíble.
ya lo dije.
y lo volveré a decir.

martes, mayo 09, 2006

llamado a la solidaridad

se necesita con suma urgencia alguien que venga a mi casa y se coma el medio pan cremona que me queda antes de que me muera de acidez.